viernes, 18 de julio de 2014

Soliloquio

Me llaman el profesor
Por los cursos que enseñaba
Les cuento que siempre amaba
A pesar de la pobreza 
Que llenaba mi tristeza
las latas que yo pateaba.

Varios años me costó
Enseñar en un colegio
Y me gané el privilegio
Por la experiencia vivida
Dejando ahora sentida
El valor y el sortilegio.

Con el verso popular
Puedo llegar a la arena
Respetando la azucena
Que es una flor lejana
Símbolo tal de mi hermana
Que me causaba la pena.


Ora pido la licencia
Para contar esta historia
Escarbando mi memoria
Con lápiz, papel y llanto
Mitigando mi quebranto
Al detener esta euforia.

Muy joven llegué a la escuela
Cabello con barba larga
Apoyándome en la adarga
En forma de corazón
Para escuchar con tesón
Del sabio, la vida amarga.

Era el más tierno de todos
Que no llegaba a los treinta
Aunque tomaba en cuenta
La experiencia del adulto
La ignorancia, el insulto
Que a mi dignidad atenta.

Me fascinaban los libros
La música de mi tierra
Que desde siempre me aferra
En  el tiempo en que nací
Y por eso vivo así
Entre la paz y la guerra.

Por andar con amiguitos
Amigazos y amigotes
Subí de peso sin trotes
La cerveza y la comida
Dibujando tan perdida
Esta vida y los palotes.

Cuando el tiempo transcurría
Entre clases y el deporte
Me convertí en el consorte
De una bella princesita
Morena, dulce, bonita
De buen talante y un porte.

Ordenada y hacendosa
Una experta cocinera
Linda por dentro y por fuera
Como un valioso rubí
Desde que la conocí
Hasta que vino la espera.

Tres hijos me dio corazón
En su mundo trabajando
Que con la ropa lavando
Ella nunca se enfermó
Qué puedo decirles yo
Porque aún la sigo amando.

Los años que transcurrieron
La pasé de maravilla
¡Ay! Con esta vida mía
Que dibujó en mi memoria
Trazando de aquí la gloria
Con un plato de morcilla.

Los excesos de comida
Y la bebida de a mil
Trajo la enfermedad vil
Que destruyó mi organismo
Como si hubiera un sismo
Para un tipo zascandil.

Después de la enfermedad
Mi vida entera cambió
El corazón se ordenó
Entre pastillas, consultas
Dejando casi insepulta
La vida que Dios me dio.

La verdadera ambrosía
Me la ofrecieron los chicos
Con la rutina en añicos
Purificando el anhelo
Diseñando la mar y el cielo
Con fortaleza y mis hijos.

Así aprendí a querer
Entre el norte, más al sur
Jugándome un albur
A través de vida sana
Los días de la semana
Buscando el color azul.

Es mi color preferido
Y lo digo por mi honor
Con la nobleza y candor
De una ruta interesante
Es la vida de estudiante
Que yo escribí con amor.

Si me falla la memoria
Será porque ya estoy viejo
Mirando por entrecejo
El quehacer estudiantil
Voz musical en atril
Que iluminó mi pellejo.

             II
 
Hoy no puedo soslayar
A los alumnos, caramba
Cantando tal vez la samba
La vidala qué se yo
Como siempre la cantó
Atahualpa en Urubamba.

Siempre en la literatura
Para escribir con el llanto
Sobre el diablo sobre el santo
La pluma que siempre afila
Es mi querida Priscila
Que convence con encanto.

Con la capa, con la espada
Se nos presenta Fernando
Toreando de vez en cuando
Con valentía, caracho
Voz varonil, Plaza de Acho
Guerrero del fundo Pando.

Calladita y silenciosa
La niña de blanca tez
¡Ay! Cómo juega ajedrez
Maga en la computación
Alexandra en la lección
Nos brinda la exquisitez.

Ama el estudio y la paz
Declamación y guitarra
No le gusta estar en farra
Y ahora estudia inglés
Morán nunca da un traspiés
Lucha y combate con garra.

Un juguetón y amiguero
Con la bulla y el dibujo
Parece un monje cartujo
Con grafitti  y leontina
Es nuestro amigo Medina
Un artista a todo lujo.

Y para serles sincero
Lo pronuncio a toda luz
Que José Luis de la Cruz
Es un maestro en monedas
Estudioso de los Vedas
Química, danza, alcuzcuz.

Nunca lo quise decir
En este país de antaño
Callejón de un solo caño
Con tallarines al pesto
Que me gustó el baloncesto
Para este tiempo de hogaño.
 
Si de básquetbol se trata
Voto por cien a Martín
Por el carácter afín
Con el cuenta esta historia
Un corazón y memoria
Marioneta y arlequín.

Si de la danza se trata
Menciono siempre a Lombira
¿Qué soy un sobón?...¡Mentira!
Siempre acudo con la risa
Para cantar que Lubitsa
Estudia, baila y aspira.

Como todo estudiante
Ella se raja y avanza
Como los demás, alcanza
Un nivel de calidad
Confieso que es la verdad
Todos son buenos a usanza.

Mi espíritu musical
Señala siempre a Murrieta
De vez en cuando, palmeta
Charanguero y en guitarra
Aunque le gusta la farra
Ha señalado su meta.

Si hablamos de composición
Un guitarrero y cantor
Que  siempre canta al amor
Lo digo sin ningún perjuicio
Que ese muchacho Mauricio
Canta la risa, el dolor.

El cariño es muy grande
Lo tienen todos, mi hermano
Como el arte del gitano
La luna y el sol para todos
Los amo de todos modos
Con ellos siempre me ufano.

Aquel sábado de junio
Con la corona del rey
Recibí de Ana la ley
Demasiado emocionado
Acepté de buen agrado
De los pastores la grey.

No puedo dejar de lado
Las palabras de Ana Lucho
Preocupándose mucho
Del viejo lobo de mar
Si le pudiera entregar
Mil palabras de aguilucho.

Yo nunca me olvidaré
De Silvana y Marianita
Con su bondad, mujercita
Y disfrutar la jauría
Con esa gracia tan mía
Que a todo maestro invita.

Hoy recuerdo a las lectoras
Como Alejandra y amigas
Andreíta y las espigas
De trigo y mucha fusión
Largo el cabello y ficción
Entre los cardos y ortigas.

La niña que me dio el globo
Andrea Blua eres tú
Para mí “Andrea Blu”
Como el azul del cielo
Luchando con ese anhelo
De viajar al Iguazú.

Con el pasar de los años
Recibí mucho cariño
Con esa virtud del niño
Sin reaccionar con enfado
La actitud de un hombre amado
Que a la vida le da un guiño.

Para obsequiar las monedas
Es ejemplo de amistad
Buen carácter, libertad
Arthur Castro, el noruego
Que no hay que pedir ruego,
ni mostrar la vanidad.

Si debo hablar con la dama
Pongo ejemplo a Garavito
Responsable y no evito
Saludar con dignidad
A la hadita majestad
Desde el lugar donde habito.

Para comerme un wantán
Hoy día me fui a Capón
Olga Pierina Obregón
Disfrutaba chi jau kay
Yo solo con mi chancay
Saludé a la afición.

Terminé el peregrinar
Con gente buena y honrada
Promoción tan halagada
Grandes atletas, cantores
Futbolistas y señores
Bellas damas, voz alada.

Les cuento con la verdad
Y para serles muy franco
Que hoy sentado en un banco
Pienso mucho en mi retiro
Y con tristeza respiro
Mi jubilación al tranco.

No quería envejecer
Con el tiempo transcurrido
Por eso, amigos, les pido
Que tengan mucha paciencia
Y si no la concurrencia
Dirá que soy atrevido.

Le contaba a mi mujer
Mi vida de juventud
Que nunca fue una virtud
Músico poeta y loco
Destacando poco a poco
Para tener plenitud

Le conté esto a la doña
Mis hazañas de aventura
Salpicada de locura
De muchos libros y amor
Tengo que ver al doctor
Para que me dé la cura.


Yo no me puedo quejar
Del cariño en especial
Es un hecho tan real
De mis muchachos…¡Carajo!
Disculpen el desparpajo
Porque me pongo a llorar.

Tanta consideración
No encontré nunca en mi vida
Me curó de mi partida
Que tanto daño causó
A este lobo qué sé yo
Sanándome de esta herida.

A la hora de lectura
Que no son dos sino tres
Me limpió siempre este estrés
Aprendiendo, disfrutando
Llorando de vez en cuando
Y escribiendo mes a mes.

Todo empezó en la clase
Dejándoles la tarea
Permitiéndole que lea
A la luz de una vela
Una incipiente novela
Para que alguien la vea.

¡Ay! de la página en blanco
Mientras transcurren las horas
Ofreciendo las demoras
Que nos impone la vida
Esta especie tan querida
De la narración que añoras.

Buscando los personajes
En eterno caminar
Retroceder, avanzar
Y corregir lo que escribo
Yo nunca de esto me inhibo
Cuando tengo que cantar.

Si de escritores se trata
Priscila, Andrea, Lombira
Emi, Zúñiga y mira
Que hay más en este Parnaso
Escuchen, háganme caso
Es la verdad de la lira.

Cómo quisiera incluir
Con coraje a mis estrellas
Todos brillan, todas ellas
Porque tienen corazón
Garra, cariño y pasión
Como las glorias aquellas.

Rindo en Julio mis respetos
A mis amigos maestros
Como a todos sus ancestros
Hijos de la educación
Que enseñaron con visión
A los estudiantes nuestros.

Para que ellos recuerden
Como un profesor tan fiel
Es que camino en el riel
Donde se desliza el tren
Pensando siempre en el bien
De mis alumnos la miel.

Me enseñaron mis abuelos
Que nunca hay que ser ingrato
Tengo cuerda para rato
Para alabar en vigilia
A los Padres de familia
Por su trabajo y buen trato.

Cuando nace el sentimiento
Prefiero ser popular
Para poderles cantar
Como aquel bardo argentino
Que versifica con tino
Cuando se pone a pensar.

Ya para finalizar
Este poema que entrego
Con espíritu de lego
Que en verdad me lo merezco
Con honestidad le ofrezco
A la Promo cuando llego.

Se pasarán las horas
Los días, meses y años
Y los jóvenes de antaño
Serán grandes señores
Damas brillantes, honores
Que alcanzaron los escaños.

Y cuando me expreso así
La nostalgia me ha ganado
No lo digo con enfado
Sino mirando el futuro
Atravesando este muro
Que me tenía atado.

Les deseo lo mejor
A estudiantes, tres y cuatro
Como espléndido teatro
De este lugar del mundo
Con gran afecto profundo
PROMOCIÓN  74.











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