martes, 29 de noviembre de 2011

PRIMER ENCUENTRO INTERCLARETIANOS DE BÁSQUETBOL

Tenía  que llegar a la hora al colegio porque se realizaba un encuentro muy importante. Esta vez era el baloncesto. Siempre fue fulbito que congregaba a deportistas y amigos jueguen o no por ser un deporte más popular, a pesar de las derrotas de nuestro equipo nacional.
Entre los profesores estaban Joel, Ricardo, César Náquira, Jorge Gómez, Luis Sánchez, Roberto, Kelly Culquimboz  y yo.
También estaba el sol en todo su esplendor y uno sin bloqueador. Los partidos se iban a jugar en la cancha especial que nuestros Padres de Familia obsequiaron a la Institución Claretiana.
Se presentaron ocho equipos desde la Promoción 1986 hasta la 2010. Entre los integrantes, la gran mayoría jugó por el colegio. Ya se pueden imaginar cuan contento estaba Joel Pérez en sus veinticinco años cumplidos y sus equipos entrenados en su mayoría por él ( no sé si el dato es fidedigno. Si me equivoqué, Joel y Roberto me corregirán).
Antes de continuar con los datos, tengo que contarles como si fuera una caja china, la presencia de una persona muy querida para mí. Fue el primer año que se iniciaba el colegio en Maranga y yo estaba en mi primer año de trabajo. Así que como buen deportista fui un sábado al colegio para jugar básquetbol con los aficionados que se congregaban en el segundo patio. En una de las canchas estaba un joven Padre de Familia con un niño con algunos kilitos más. El niño estaba con una pelota de básquetbol y el aro estaba demasiado alto para él. Todos los sábados lo encontraba en la cancha y su avance en este deporte era cada vez mejor. Se convirtió en un rostro familiar para mí. Estudiaba la Primaria y ya estaba jugando por el colegio. Igual ocurrió en la secundaria y él siempre inseparable con su pelota de baloncesto. Podría olvidarse la mochila, tal vez la lonchera, pero jamás  su pelota. Fue mi alumno. Tenía don de mando. Era brigadier de su aula y jugaba hasta en dos categorías. Su lanzamiento de media cancha era extraordinario. No había todavía los tres puntos. Pasó a jugar por mayores, pero él era el menor. Era lo que en nuestro país se dice “cuchara brava”, cuando de comer se trata. Fue convocado para la selección de básquetbol de Lima. Donde hubiera una cancha de básquetbol, quería jugar. Empresario y sobre todo misionero laico  responsable, pero fanático del deporte de los Hermanos Duarte,  que en aquel entonces eran considerados héroes del baloncesto peruano; ni qué decir del Cardenal Cipriani que cuando joven, integró la selección Nacional de Básquetbol junto al ” Pulpo” Sangio y otros más.
Wálter Béjar-Promoción 1977- estaba presente a mi lado. Conversaba con el Profesor Jorge Gómez, y yo estaba a su lado y no lo había reconocido. Fue un encuentro grandioso entre una gloria del básquetbol Claretiano y este viejo profesor de Comunicación. Antaño, un niño de siete años aproximadamente y yo que no llegaba a los veinticinco años, hogaño, un claretiano de cabellos entrecanos que bordeaba los cincuenta y uno y su viejo maestro, sexagenario que todavía brinda sus servicios a los claretianos.
Gracias Wálter por estar presente en este encuentro. Sé que también recuerdas con mucho cariño al Padre Isidro Bernal y al profesor que nosotros conocíamos como el “loco”  Merino  No había micro en aquel encuentro y era menester dar a conocer a los claretianos que se congregaron en este Primer Encuentro,  que un gran basquetbolista de la misma Institución Claretiana estaba presente y que pertenecía a la 77 como suelen llamar los muchachos a sus Promociones. Quiero saludar y agradecer a través de ti a tus compañeros de la Promoción 77, campeones de fulbito. Si me acuerdo de algunos nombres allí van algunos como Dentone, Melgar, Julca, Salazar, Scott, Landauro y muchos más. En cuanto a Richard Mubarak, que también es de la misma Promoción, va mi cariño y estimación profunda.
El Primer partido fue entre el “Dream team” de la 86 y dos compañeros más que han integrado por varios años el gran equipo de Claretianos ADEXCORE. En este noble equipo tenemos empresarios, abogados, contadores, Comandante FAP, profesores y sobre todo, AMIGOS. Ellos se enfrentaron al aguerrido equipo de la 97, donde destacó Zavala José como máximo anotador del equipo.
El mejor jugador de los blancos fue Roberto Puente, profesor del colegio, multifacético (baloncesto, vóleibol, coreografía ,etc.). Fue Brigadier General, muy respetuoso y amigo de los otros integrantes del “Dream team” que a pesar de los años y de los kilos demás, lograron jugar como en las buenas épocas.
Otro de los integrantes del equipo es Fernando Zamora. Todavía lo recuerdo como un niño tranquilo, estudioso, responsable, a veces tímido y amante de este deporte. Lo mismo puedo decir de Andrés Sánchez Zuloeta, siempre educado, responsable, alto, gran amigo y basquetbolista sin par.
Zavala, tan claretiano como sus hermanos, basquetbolista y destacado en su profesión. Su padre estaba presente en esta realización  deportiva. Va mis respetos para el Señor Zavala.
Andrés Croas, siempre presente cuando hay que jugar por el equipo. Ágil, callado y buen amigo. Lo mismo podemos decir de Charlie Zumaeta, que también es Directivo de los Padres de Familia de este año. Los años no pasan por gusto, los quilos demás , tampoco. Pregúntenle a “Chipy” Morales que fue como varios de sus compañeros que participan en este magnífico encuentro, uno de los grandes jugadores que ha tenido el colegio. Estuvo un tiempo por Rusia estudiando Deportología y ahora brinda sus conocimientos a todo peruano que quiera ser mejor deportista.
Me he permitido hablar de estos “jóvenes” porque ellos marcaron e hicieron historia en los mejores momentos del básquetbol Claretiano. Su primer partido lo ganaron.
El segundo partido lo ganó la Promoción 1996(Negros) a la 2004(Rojos). El mejor jugador y uno de los mejores del campeonato fue León de la 96. Agradezco a León y a Munive por acercarse a saludar a sus profesores, como debe ser.
El tercer partido lo ganó la Promoción 2010 a la Promoción 2006. Tengo que destacar la presencia de las señoritas de la Promoción 2010 integrantes del equipo de básquetbol. Ellas saludaron a sus profesores. Nos hubiera gustado que jueguen ellas también .
Hubo otros partidos que no los pude ver completos porque degustaba un cebiche y un exquisito arroz con pollo remojados en agua blanca sin gas.
La definición fue a ultranza. Ambos equipos, tanto la 86 como la 2003 estaban fuertes. Diez años de diferencia. Los verdes, veloces y con dos jugadores muy peligrosos: Guillén y Cuadros. La 86 con los pases largos de “Chipy” la agilidad de Andrés Croas el desplazamiento y la efectividad de Roberto y el ataque constante de Andrés Sánchez y Zavala, además del apoyo de Zumaeta, les ocasionó un terrible dolor de cabeza al excelente equipo de la 2003. Fue un partido difícil. El físico estaba haciendo mella en nuestros jugadores de la 86. Era todo o nada. Ahora o nunca y al final se impusieron a los verdes que a pesar de los años de diferencia, aceptaron a la Promoción 86 como los ganadores del Primer encuentro interclaretianos de Básquetbol.
El profesor Jorge Gómez entregó las medallas a los campeones: LA PROMOCIÓN 86.
Esperamos que este primer momento continúe en los años venideros y que más alumnos participen en este agradable encuentro de basquetbolistas Claretianos.
                                                                                  Eddy Gamarra Tirado

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Cuarto bimestre

·        En octubre se realizaron los Juegos Florales Claretianos. Estos Juegos Florales llevan el nombre de un maestro claretiano que responden al nombre de Lindverght Tello Mejía.
·       Participaron nuestros alumnos y alumnas de Primaria y Secundaria. Las pruebas han sido variadas como cuentacuentos, declamación, ortografía y otras.
·       El Jurado ha estado conformado por profesores tanto de Primaria como de Secundaria. La Clausura se realizó en la Sala España y estuvo dirigida por la profesora Gladys y el profesor Eddy. Hubo varias comisiones y en ellas participaron la gran mayoría de profesores del Equipo de COMUNICACIÓN.
·       Después hemos tenido el EXPOCLARET donde han participado nuestros estudiantes desde los pequeños y pequeñas de Inicial,  así como Primaria y Secundaria. La Sala España estuvo designada para Comunicación y en ella participaron los alumnos y alumnas de Comunicación, quienes estaban acompañados por sus profesores. Las responsables de la Sala España eran las profesoras Renée, Leidy y Sofía Paz, además de los otros profesores de la especialidad.
·        Se representó teatro: Un cierto tic tac dirigido por la profesora Sandra Santos y Cholito, dirigida por la profesora Agama.
·       Otra de las grandes novedades en la Sala España fue la Exposición Numismática de la Colección del alumno José Luis de la Cruz Ku de Segundo año de Secundaria. Así también se expuso Los Horrores Ortográficos, en base a palabras mal escritas y que estuvo bajo la responsabilidad de Priscila Arbulú de Segundo año de Secundaria.
·      El viernes último tuvimos MUSICLARET con la participación de los alumnos de Primaria, Secundaria, Padres de Familia y profesores como Ángel Urdániga, Oswald Junior Canales, Gladys Villanueva y Eddy Gamarra.
·       Musiclaret fue dirigido por Angelito y el espectáculo gustó mucho a los asistentes que eran alumnos y alumnas, Padres de Familia, profesores y trabajadores Claretianos.
·       Entre las personas asistentes estaba el Padre Isidro, Director durante varios años y amante de la música que hizo mucho por nuestros chicos y por la Banda de Música.Entre mis alumnos y alumnas estaban Carol, Gina, Andrea Blua, María Gracia, Murrieta, Pérez Sono ,Juan Valdiviezo y otros quienes ofrecían lo mejor de su repertorio para que el concierto salga como todos queríamos que swe presentara.
·       Una de las últimas actividades fue el final del campeonato de fulbito entre las Promociones desde 1999 hasta 2009…en verdad, no estoy seguro. Lo que sí estoy seguro es que las últimas Promociones tenían a pocos exalumnos que saludaban a sus profesores, el resto seguían en lo suyo. Parecía gente extraña que había venido a nuestro colegio a jugar. Tengo que reconocer que lo más importante para mí era la presencia de los profesores del colegio y de un amigo que fue invitado para estar en la mesa: Raúl Táber,compañero de trabajo de antaño.
·       Después de trabajar en la mesa para el desarrollo de los partidos programados, compartimos con Óscar Lizarzaburu, el Profesor Táber y otros amigos, un arroz con pollo y agua blanca sin gas para combatir el calor que nos regalaba una erisipela de padre y señor mío

lunes, 21 de noviembre de 2011

LYN DE MAREC

A pesar de  que los pescadores me dieron un poncho ayacuchano para cubrir mi desnudez, me moría de vergüenza. Las miradas de las mujeres de la playa eran injuriosas. Me insultaron, me lanzaron piedras. Una de estas,  me cayó en el codo derecho y me produjo un dolor agudo. Los niños hacían ronda y me gritaban ¡Loco!...¡ Loco!...las viejas de la caleta de pescadores, murmuraban persignándose ¡Desvergonzado!...¡Supaypawawa!...¡Dios nos libre de este engendro del demonio!
Mi vida corría peligro. Intenté huir, pero  era difícil. En ese momento escuché la sirena de la policía. La gente huyó. No quería problemas con la justicia. Bajó un capitán y varios guardias civiles. Los policías sacaron sus varas para constatar si el loco-o sea yo- era violento. Cuando estuvieron a punto de darme una catana, el capitán gritó ¡Alto! Se acercó a mí y su rostro se me hizo conocido. Uno de mis alumnos de la Universidad. Profesor, ¿se encuentra bien? Le dije que sí y le conté una historia para que me crea. Por supuesto que él  no me creía, pero el respeto con que me trataba decía que sí.
“Fueron unos asaltantes que me quitaron todo”. Les conté a la policía. Lo bueno fue que me llevaron a mi casa. Estuve encerrado varios días con sus noches Fue así que durante muchas horas estuve revisando libros sobre licantropía, vampirismo y transformación,  en mi biblioteca privada y quería saber si la ensalivación y los besos dados por una loba que antes fue mujer,  tenían que ver con la cofradía, fundada en el siglo XII y  que pertenecía al grupo de lo que mis amigos llamaban animagos. Era necesario una reunión urgente con el Gran venerable de la Cofradía Jurásica del Gran Sol.
El séptimo día realicé un viaje al nuevo domicilio del  Venerable Hermano Lobo quien iba a celebrar el cumpleaños de la vizcondesa Lyn de Marec. Ella era una hermosa mujer de sonrisa contagiosa y labios de color rojo sangre. Era una experta en Cibernética. Hacker por añadidura, sobre todo cuando se trataba de conseguir información para Jorginho, el empresario de joyas, diamantes de Sierra Leona, esmeraldas de Colombia  y biólogo por convicción. La agraciada mujer se había casado cinco veces y supo sacar partido de sus esposos, la mayoría, sexagenarios. Sus admiradores la buscaban. El último era un pequeño y regordete con cara de futbolista del siglo XIX. El pobre no tenía  bienes ni títulos nobiliarios. Este sujeto pretendió entrar, pero los guardias de seguridad no se lo permitieron. La vizcondesa-que lo observaba desde una ventana- le hacía gestos para que se retirara, pero el hombrecito la miraba extasiado y no se movía. Al final, el equipo de seguridad llamó a la policía y dijo que un tipo estaba merodeando los alrededores de la residencia. Cuando llegó la policía se lo llevaron y el tipo gritaba como un demente.
Los grupos esotéricos han sido la pasión de mi hermano Lobo. Estoy seguro que su metamorfosis es la de lobo porque hace muchos años me comentó que le llamaban así  porque usaba una barba luenga de color negro. Si mal no recuerdo, yo también usaba barba pero nunca aullé. Ahora estaba preocupado por aquel ósculo que me convirtió en un lobo. Cuando volví a mi estado normal, no tenía sangre en las manos ni en la boca. Me pasé toda la noche en la bendita playa. La vizcondesa Lyn de Marec tenía su residencia de playa en aquella Caleta y nos cuenta que escuchó unos aullidos desesperados y desgarradores. Pero ella no estaba sola. Como buena amante de los diamantes, invitó al joyero Jorginho de Ipanema para una sesión de música, pero invitó también al Barón von Benjamin, amante de la cultura francesa y las bellas mujeres. Ellos escucharon mi voz, bueno, mis aullidos.
Esta vez, el hermano Lobo me invitó a una cena donde iba a asistir la vizcondesa. También estaba presente una dama judía alemana descendiente de la familia del mítico Noé. Ella sabía por qué la pareja de animales en el arca y por qué los hijos de Noé y la fauna. Invitaron también a un chamán peruano que respondía al nombre de Ron como el personaje de Harry Potter. Su nombre era Ronald, pero lo llamaban así, a pesar que su pasión era por la cerveza que la aprendió en los veinte años que vivió en Hamburgo. Ron era de contextura delgada, siempre con una pipa  en los labios y no hablaba en las conversaciones.
Al fin pude ver a la vizcondesa. Ella entraba al salón principal de los brazos del descendiente del filósofo inglés que acuñó la frase interesante. “Homo homini lupus”. En una de las orejas de la bella Lyn destellaba un diamante como el de Fatma, la dama de Sierra Leona. Era su regalo de cumpleaños y esta noche, ella era la reina del palacio. Entre los invitados estaba además de Herr Sansón von Benjamin, Yanira von Esquenazi el conde Hectorius de Auseville, Luis Alberto de Sajonia, el conde Norberto Troll, Irascema do Bahía y la marquesa de Castelforte. No eran los únicos. Eran mis amigos. Pero había otras personas y alguien más. Sí alguien que me miraba desde el segundo piso. Estaba vestida como una mujer saharawi cubierta con una manta rosada y su infaltable celular. No sé si había heredado desde aquella vez en la playa , la capacidad para tener un olfato finísimo que pueda percibir aquel aroma oriental de patchuli. Quería conversar urgentemente con Jorginho, pero sentía que iba a ser difícil porque le llenaba de atenciones a la vizcondesa y le decía cariñosamente” ma petite enfant “. Von Benjamin miraba circunspecto a la mujer que irradiaba sensualidad. Quiso levantar la voz para decirle que deseaba conversar con ella unos minutos, pero todo el esfuerzo de Sansón se convirtió en un inteligible “croac” que no pudo ser percibido por los demás porque la música de Jazz dirigida por el austriaco Oswald no permitió que los demás escucharan. Algo estaba sucediendo. Corre al baño le dije porque su ropa estaba cubriendo todo su cuerpo y un ligero color verdoso se traslucía a través de la corbata. “Croac”, volvió a emitir Sansón y desapareció de la mesa para irse a la piscina a recuperar fuerzas. Una vez cerca de la piscina de color celeste, se le cayó toda la ropa y se lanzó a la piscina y se zambuyó ante la mirada atónita de un hombre de seguridad.
Aproveché que mis amigos rodeaban a la coqueta vizcondesa y subí al lugar donde vi a Yasmina. Había tantas habitaciones. Estaban cerradas. Usaba el olfato que se había desarrollado en mí y seguía la pista del aroma oriental. En uno de los pasadizos de una alfombra persa y cuadros en las paredes, había una puerta entreabierta. Logré entrar. Era una biblioteca. No había nadie. En lugar de continuar mi búsqueda, leía los títulos de los libros y me eran familiares: El lobo estepario; Comillo blanco; El libro de la selva; Crepúsculo, Luna nueva, Eclipse,  Amanecer; El conde Drácula; Frankestein; El Dr. Jekyll y Mr. Hide;  otros libros de Literatura; Las mil y una noches y muchos más.
Había una foto dentro de un marco de plata: un joven de barba negra y una niña de un rostro encantador y cuyos ojos eran tan fuertes y negros. Parece que era su hija pequeña. Una idea martillaba mi mente: ¿Padre e hija?.. . ¿Acaso mi amigo Lobo era el padre de esta niña que se parecía mucho a Yasmina?  ¡Dios mío! ¡No podía ser! Yasmina estaba entre los invitados. Jorginho no me dijo nada de ella. Yasmina estaba en la casa. ¿Qué hacía una mujer que se transformaba en loba en la casa de un animago que también se transformaba en …lobo.? Empecé a atar cabos y recordaba que Jorginho estuvo desterrado por varios años por oponerse a la política exterior de un dictador. También recuerdo que vivió un tiempo en Sudáfrica y en Sierra Leona. Era amigo de Fatma. Ese diamante en la oreja de la mujer de ébano. Alguna vez traficante de diamantes y héroe anónimo por la liberación del pueblo saharawi. ¿Qué más puedo decir? Allá conoció a alguien y aquella niña era su hija. Sí, era Yasmina. Ambos lobos por obra y gracia de la naturaleza. No sabía si reír o llorar. Había en el espíritu de ambos una sensación de paz y lascivia. La sangre y la ferocidad no estaba en ellos. Entonces, no formaban parte de la temida secta de los licántropos que causaron mucho daño en Hungría, Rumania, Albania y Macedonia.
El perfume del patchuli se hacía más intenso. Ella estaba cerca de mí. Yo estaba nervioso, pero quería verla. Muchas preguntas estaban en mi mente. Como ella era tan extraña, podría huir, rechazarme o en el mejor de los casos acercarse si yo la llamaba. Allí está e ingresa a la biblioteca. Sabe que estoy aquí. Cuando me vio, se acercó lentamente, me miró y me ofreció sus labios sin decirme nada. No la pude rechazar. No hubo palabras, solo silencio y la unión de sus labios a los míos. No tengo idea cuánto duró el beso. Solo sé que fue intenso. Escuché unas voces. El dueño de casa y alguien más. Cerré rápidamente la biblioteca y parece que se dirigían a otro lugar. Ella casi no hablaba. Me miraba con sus bellos ojos negros. Cuando tomé  sus manos entre las mías, pude notar que eran muy delicadas y sus uñas de un color rojo sangre no eran largas como la de una loba. Estaban recortadas. Le pregunté por la fotografía del hombre y la niña. Me dijo sin rodeos. Es papá y yo. Su madre murió en un bombardeo en su pueblo saharawi. Marruecos quería desaparecer su pueblo y su padre la rescató de un grupo de soldados que estuvieron a punto de hacerle daño. Le pregunté si estaba armado en aquel momento. ¡Noo! Me refutó. Se convirtió en un lobo gigantesco y los cobardes huyeron. Logró sacarme de aquel lugar, después de donar parte de su fortuna al Frente Polisario. Hemos vivido en varios países de Europa y África hasta que me trajo a este bello país.
Yasmina no me contó que su metamorfosis es por herencia de su padre. Su delicadeza del momento no le permitió decir más sobre este hecho. Ella y su padre no pertenecen al grupo de lobos sangrientos a pesar de que sus más enconados enemigos y enemigas son los vampiros y vampiras que están muy cerca de su entorno nobiliario y palaciego. Además, sus buenos amigos son todos animagos: desde un conejillo de Indias, lobos, caballos, aves, pandas, osos,  panteras hasta un troll que es un gigante de buen corazón. Mientras yo le acariciaba su cabello, me preguntó directamente: ¿Tú eres amigo de mi padre? Le contesté con ternura que sí,  que hemos trabajado juntos en Inglaterra en una institución dirigida por el Arzobispo de Canterbury. Además escribimos al alimón una obra de musicología sobre la danza frenética de los indígenas del Amazonas, en la parte brasileña. En ese país conocimos a Irascema do Bahía y al conde Nolberto Troll.  Yasmina estuvo en un colegio inglés durante cuatro años. Allí conoció a Elisabetta di Sardegna, Rowina de Southampton y Alejandra del Cuadro, tres amigas inseparables y adolescentes que la miraban con respeto pero que no formaba parte de su grupo… sanguíneo .

Yasmina iba a continuar con la información, pero en ese momento, se escuchó una tarjeta que permitió que se abriera la puerta, nos escondimos detrás de una cortina negra e ingresó su padre. Tomó un libro de la biblioteca: El libro de la selva y llamó a Bagheera. Para sorpresa mía, ingresó la vizcondesa y observé con asombro,  como ella se convertía en una pantera de piel brillante. A su lado estaba un lobo gris que acariciaba con su cabeza al bello animal que estaba a su lado. Salieron por la puerta. El libro estaba en el suelo. Yasmina me miraba. Sentía que me hipnotizaba con sus ojos. Me quedé dormido y cuando desperté,  ella ya no estaba. Traté de olfatearla, pero nada. Su aroma característico no lo sentía. Busqué una ventana para ver la luna y preguntarle por ella…
nada. Solo vi en el inmenso jardín a un lobo gris y a una bella pantera que jugueteaban con la noche.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Carta para Priscilla…

Llegaste con las primeras horas de la mañana claretiana para dejarme una misiva tan original que me provocó una sonrisa. Pero no te preocupes, yo también soy torpe para doblar las pocas cartas que he escrito. Me gusta la forma como presentas lo que tú escribes. Es un rasgo de autenticidad y de romper los viejos moldes y esquemas de las cartas. Te felicito por ello. Pero te diré también que te saliste con la tuya, cuando me hiciste derramar lágrimas por las palabras que deslizas con tino y mucho cariño.
¿Fue un complot de carga emotiva que ustedes, mis alumnas y alumnos de Segundo año descargaron sobre este profesor de cabellos grises y sombrero? Minutos antes que llegaras, mis amigos y algunos personajes del cuento largo que ustedes están leyendo, brindaron conmigo al mejor estilo de los Dinos. Toda la santa mañana hubo fiesta. Claro entre las clases y los recreos. Al final de la jornada y siempre ustedes. Parece que mi corazón todavía resiste a las emociones fuertes porque las chicas y chicos de Segundo año “A”, tomaron por asalto los primeros minutos,  y entre rezos y risas brindábamos con una rica torta de chocolate y gaseosas de todo color. Allí estaban Diana, Lucero, Romina, Melissa, Ximena, Silvana, Andrea ,Alejandra Liendo y Alexandra Herrera quienes servían las gaseosas, partían la torta tanto a su profesor como a sus compañeros. Mirko estaba con hambre y muy emocionado. Su cumpleaños fue hace unos días y la pasó bien comiendo, comiendo y descansando.
Te contaré , Priscilla que no vino Nathaly ni Paolita. Las extrañé mucho. Ellas también son como mis hijas. Espero verlas en Expoclaret.
En cada aula de Segundo año encontraba el cariño y la estimación de mis alumnos y alumnas. Las tortas y las bebidas se sucedían unas tras otras. Tres leches, regalos. -Gracias Bruno. Adivinaste- y sobre todo ese gran cariño y respeto que ustedes me tienen porque yo también los quiero. Jamás pensé que los capítulos de Yasmina, las palabras extrañas, las expresiones en otros idiomas y el ave María en italiano nos uniría como la promoción 74 que ojalá logre ver en vivo y en directo. He tomado tus palabras como digna representante de esta Promoción crítica, amorosa-como dice la profesora Katherine(Kathy)- con fuerza para salir adelante y visión de un futuro mejor.
Esta jornada del 10 de noviembre, ustedes la hicieron importante porque hicieron sentir su presencia en el colegio con amor, risas, canciones, felicitaciones, bocadillos, tortas y gaseosas. Muchas otras personas de nuestro mundo profesoral, me felicitaron. No solo Secundaria sino también del nivel Primario. Estaba feliz. Es cierto, pero no me atrevía a decir tantas palabras porque tenía un sentimiento tan grande hacia ustedes que estaba al punto de sollozar como un niño. Mis grandes amigos estaban contentos. Tus compañeros de Segundo, también, y eso es importante para mí.
Sabrás, mi estimada Priscilla, que las emociones continuaban. Frente a la puerta estaban cuatro integrantes de la Promoción 70. con una hermosa torta y un regalo. Me cantaron el cumpleaños feliz, mientras los alumnos y alumnas de los últimos años observaban a estos jóvenes universitarios que cantaban a su profesor  de ayer y hoy. y donde tuve que apagar velitas y pedir un deseo para todos ellos. Cuando estudiaba Cosmobiología y otros cursos, leí un libro de un sabio  hindú , y aprendí una expresión que de repente la escribo mal pero que suena más o menos así: Sarve sukhena bhavantu (que todos sean felices).Ese es el deseo más ferviente que pido para todos ustedes. A través de ti agradezco a Nicole, Antonella, Enrique y Sandra, muchachos maravillosos, bailarines eximios, estudiosos, críticos y a quienes quiero y no los voy a olvidar porque a través de ellos, tengo presente a Valeria que no la pude ver más, porque estuvo enferma, pero sé que ya está bien y me alegra enormemente. De igual manera recuerdo a Melissa, nuestra inglesa A1, Gabriel, Jazmín, Inciso y muchos más.
Gracias Priscilla por este maravilloso día que ustedes me brindaron. Gracias a Marianita Tello y todo su equipo del Segundo “B” quienes esperaron el final de la jornada estudiantil para regalarme una maravillosa canción que Carol y César Zúñiga lo hicieron con un cariño tan inmenso que las palabras estaban de más. Es por eso que escribo y que digo en voz alta que Paloma, Andreíta, Fabiola hicieron al lado de sus compañeras una repartición mágica que alcanzó para todos. No fueron peces, fue una torta que hasta los niños de Primaria y Primero de Secundaria disfrutaron a todo dar. Fatima  ofreció su gaseosa. Había bebidas de todo color. Cantamos el Happy Birthday, volví a apagar velitas y solo me queda decir: Los quiero mucho.
Ya es las ocho y treinta y la familia espera para la cena que me va a brindar mi hija. Sigue empeñosa como eres, crítica y estudiosa como Alif, Maha y muchas más. Díle a tus compañeros y compañeras de todo Segundo año que estoy a punto de continuar con el cuento largo si es que sale la luna para no decirle como Federico García Lorca, el gran poeta español: Huye luna, luna, si te vieran los gitanos, harían con tu corazón collares.
Gracias, muchas gracias, muchachas y muchachos.
                                                                                                              Profesor Eddy


miércoles, 9 de noviembre de 2011

EL MAR

Han pasado dos semanas desde aquella vez que estuve  en la casa de playa,  donde se realizó la fiesta de Halloween, logré darte un beso. Fue inolvidable, interminable, maravilloso y triste a la vez. No sabía si estaba soñando o fueron los efectos del whisky etiqueta azul,  que me invitó mi gran amigo, el joyero peruano. Los minutos se han hecho tan largos que parecería que estaba en Jupiter. Tú y la ventana, aquel beso y el mar. No comprendo como tu grácil figura y la fuerza de tus ojos  me envolvieron y me tendieron un cerco de perfume y deseo. Recuerdas que era  cerca de la medianoche y tú  te evaporaste de mis brazos y raudamente saliste  a través del aire y aroma del patchuli para confundirte con las noctículas , además de la sonrisa blanquecina de las olas.
Sentía como dice el poeta,  que el mar sonreía a lo lejos “ dientes de espuma y labios de cielo”. Pero también debo decirte que tu figura de ondina cuando topó  la blanca espuma no era Yasmina, la silente y extraña dama que se robó mi corazón, sino la esbelta figura de una loba de colores marrón y blanco que se lanzaba al mar por un chapuzón de divinidad. No sé qué pasó. Sigo pensando que pudo ser el licor o alguna mezcla del coctel de algarrobina que me dio una damisela con una mascarilla y un collar que decía “pace”. Ahora recuerdo que esta agraciada figura te acompañaba en el Atlantic. Siempre tus ojos y aquellas palabras que laceran mi espíritu: “Qué tal” La palabra amor estaba entre los dos y después del ósculo,  me dejaste, te fuiste y el océano te recibió en sus brazos.
Volvió la quietud del mar, me desesperé y salí de la residencia por una puerta  para que mis amigos no se percataran hacia dónde me dirigía.  Me fui a la orilla y trataba de buscar algún rastro de mi amada. Gritaba su nombre una y mil veces, pero el mar, impertérrito,  me ofrecía como respuesta el flujo y reflujo de las olas. Fue entonces que dirigí mis ojos húmedos a la luna y dentro del astro plateado, había una silueta que me era familiar que no la había visto desde aquella noche en que me fijé por primera vez en ti.  Debo estar loco, pero la silueta era de un animal cuya imagen me persigue cada vez que pienso en ti.  si… era una loba.
Regresé a la fiesta por la misma puerta. Me sacudí la arena de los zapatos e ingresé al gran salón donde estaban mis amigos Jorginho, el conde Hectorius de Auseville, el conde Nolberto Troll, el Ministro francés de origen judío Monsieur Sanson de Benjamin y el magnate del cine mexicano Eduardo Gómez. Las damas se habían retirado a los servicios higiénicos. Mis amigos comentaban que al final de la fiesta tendrían una reunión de animagos porque la comunidad estaba siendo presionada por seres de la noche, quienes, aprovechaban de su belleza y sus riquezas para beber la sangre de gente inocente. Yo seguía con mi tragedia que olvidé comentarles el incidente a la salida del viejo castillo del Atlantic. Ahora comprendo quién me salvó aquella noche cuando salía del viejo castillo. Fuiste tú.
Cuando regresaron la vizcondesa Lyn de Marec, la dama brasileña Irascema do Bahía, venía con ellas una persona de sonrisa agradable, dueña de los humedales de Villa donde tenía un hermoso castillo y que me invitaba para pasar mi cumpleaños en aquel lugar. A pesar de que ella se siente triste cuando celebra su cumpleaños. Sin embargo, estaré allí. ¿Irás? Te voy a esperar aunque tenga que verte unos instantes. A esta bella dama,  La conocían como la marquesa de Castelforte y tenía un enorme laboratorio en su castillo debido a sus trabajos en Matemática y Astronomía.
Pude observar un detalle en la fiesta. Los mozos se acercaban a Jorginho y él daba las órdenes. Yo sabía que aquel castillo no era de su propiedad. También sabía que jamás me diría a quien pertenecía dicha residencia que me era tan familiar. Recordé que mi amigo, el joyero, también era animago y que su conversión era un lobo. Empecé a atar cabos y decidí tomar el toro por las astas. Sin embargo, era muy tarde porque él fue llamado de urgencia por uno de sus marineros y dicen que se fue al muelle que estaba cerca de la residencia de playa y se retiró en su yate.
No había nada que hacer. Estaba desesperado. Me despedí de las bellas damas y aproveché que Luis Alberto de Sajonia se retiraba a su residencia y me fui en su coche con él. Mi casa estaba en silencio. No había nadie en ella. Me tomé una copa de vino y mientras miraba a la luna, sentía un calor intenso. Sudaba a mares. Caminaba intranquilo de un lugar a otro. Mis pálidas manos, se oscurecieron. El cabello gris aumentó. Todo mi cuerpo se llenó de pelos. Estaba asustado. Mi rostro, lleno de pelos. El olor a patchuli , me perseguía. Su saliva se había mezclado con la mía y sus labios comunicaron esta fuerza que yo rechazaba y aceptaba a la vez.  Qué me estaba pasando ¡Dios mío! Mis mandíbulas se movían con fuerza. Ya no tenía control de mi persona. Abrí las puertas del balcón y cuando quise gritar Yasmina, me salió un aullido que podría matar de espanto a cualquier mortal. Salí de mi casa y no sé que pasó el resto de la noche. Lo único que puedo  decirles es  que terminé en las arenas de una playa cercana, otra vez con mi rostro y mi cuerpo de humano, mientras unos pescadores que me tildaron  de loco,  cubrieron mi cuerpo desnudo con un poncho.

martes, 8 de noviembre de 2011

LA CLAUSURA DE LAS OLIMPIADAS

El martes 08 de noviembre, después del segundo recreo, nos dirigimos al coliseo Claret para disfrutar  de las Olimpíadas Claretianas. Todos los chicos y chicas sin excepción, desde Los niños más pequeñitos hasta los jóvenes del Tercer año de Secundaria, estaban contentos, emocionados. Era la clausura de los juegos más importantes donde participan los mejores deportistas claretianos y sus compañeros y compañeras. Los chicos y las chicas mostraban sus uniformes multicolores. Sus buzos y camisetas de diferentes países del mundo. Ellos ya sabían de antemano cómo habían sido los resultados. Solo esperaban que los llamaran para dar vivas a su sección, a su equipo, a sus compañeras y compañeros. Todo el coliseo era la alegría en grado mayor. Los profesores estaban unos con buzos y otros con ropa sport. Los representantes de Educación Física, sean técnicos o profesores, estaban uniformados y era la hora de llamar a las secciones desde el cuarto puesto hasta el equipo ganador olímpico de su año. Los primeros en ser llamados fueron las chicas y chicos de Tercer año de Secundaria desde el cuarto lugar hasta el primer lugar. Luego tocó a Segundo Año de Secundaria y llamaron al tercero y, segundo lugar. La profesora Karlita de Segundo “D” y la profesora Ana María de Segundo “B” salieron contentas a recibir el diploma que el Padre Director les entregaba por la participación de los estudiantes de ambas secciones. En ese momento, el orientador me dice que salga porque el Padre Director va a entregarme los diplomas de  Segundo “A” por el Segundo lugar. Yo salí detrás de Ana María y hasta subí al escenario, pero no escuchaba a mi sección. Solo escuchaba a la sección ganadora (2° C). Una vez, en el escenario, la profesora Kelly de Educación Física, me miró de una forma extraña, y tenía razón porque no nos habían llamado. Bajé avergonzado por hacer el ridículo y triste porque mis alumnas y alumnos parecía que no estaban en el reparto de diplomas. Bajé en silencio y miré a mis chicas y chicos, serios y conturbados.¡ No los habían llamado!...Continuaron llamando a las secciones de Primer año de Secundaria y el profesor Campos se acercó, me pidió disculpas y me entregó unos diplomas. ¿No hubiera sido mejor que tome el micrófono y pida disculpas a los chicos y chicas de Segundo “A” y les entregue públicamente  los diplomas?...¡Qué pasó con la experiencia de los otros integrantes. Si bien es cierto que algunos profesores no tienen tantos años de servicio, pero no debió de ocurrir. Me pregunto quién fue la persona que “traspapeló los diplomas de estos niños”. Todo estaba perfecto, ¿Verdad?...entonces, qué ocurrió. Que se investigue y los responsables vayan a la sección de Segundo año “A” y pidan disculpas porque”A los niños se les respeta”.

Ramona. . .

No es un nombre para esta época. Es el nombre de una canción. Sí, una bella melodía que mamá cantaba mientras tejía. Yo la escuchaba en las tardes, después de almuerzo. Nunca le hice notar que escuchaba aquella canción cuando ella tarareaba. Es tan hermosa, tan tierna y tan suave como el carácter de mamá. Cuando ella la cantaba, la tarde se detenía. No había otro sonido en mi corazón que las cálidas notas de esta canción que jamás la he escuchado en la radio, ni en los discos, casetes, o discos compactos. No…no es mi imaginación. No la estoy inventando. La tengo dentro de mí como si fuera una flor que nunca se marchita y que aparece de cuando en cuando a través del silencio, de mis cuitas y del paso del tiempo.
Era la única canción que mi madre cantaba. No escuché otra. Era suficiente y llenaba mis oídos como las voces que debe tener el amor  de madre. Era el paraíso, mi mundo interior. Uno de mis hermanos la tarareaba,  también . No se me ocurrió preguntarle quién era el compositor. Dónde la aprendió. Quién se la enseñó. Por qué la única canción.
El solo hecho de escuchar Ramona, se abre ante mis ojos los recuerdos de mi niñez. Los compases de esta melodía reflejan el paso cansino y la voz dulce de mamá. Ella ya no está y mientras escribo estas palabras, la veo en la pantalla que me sonríe y me dan ganas de llorar. Una gran amiga me comentaba que siempre que se acerca su cumpleaños, ella se pone triste. Afloran los recuerdos, debería estar alegre, pero no se explica por qué en los días en que uno debe disfrutar del cariño de los suyos y  de todos aquellos que lo estiman, tenga que ocurrir estas cosas.
Este torpe estudiante de violín encontró entre la antología que el profesor le obsequió, la canción Ramona, muy cerca de otras melodías que tengo que aprender. Es por eso que todas las noches, en silencio, entre el sonsonete de los programas televisivos que se escuchan en la casa, tomo mi violín y el arco y trato de robarle al pentagrama las notas suaves de la canción que siempre escuché cuando era niño y ahora, en sol mayor deslizo con cuidado el arco y froto mis tristezas a través de las cuerdas del pequeño instrumento que siempre está a mi lado y pronuncia  con el apoyo de las negras y las blanca, además del silencios,  el nombre …Ramona.

jueves, 3 de noviembre de 2011

LOS AMIGOS DE SIRIUS BLACK

El 31 de octubre celebraron en mi país la fiesta halloween. No le di importancia a este día. Tenía que revisar una tesis y avanzar mis prácticas con el violín. Como compañía, elegí los caprichos de Paganini y mientras me emocinaba con el Capricho 24, tocaron el timbre de la casa y cuando me acerqué a ver por el ojo mágico, no había nadie. Sentí  temor, pero recapacité y me dije a mí mismo qué me podrían robar…¿Libros?.. ¿ropa?…¿mi adorado violín?...Esbocé una sonrisa de alivio y al momento de retirarme de la puerta,vi en el suelo una tarjeta de color negro con ribetes rojos. ¡Qué extraño! Jamás en mi vida recibí una tarjeta con esos colores. Más extraño,  todavía, que no sabía quién la pasó por debajo de la puerta. No creo que sean recibos de las deudas que tengo y todavía no las he terminado de pagar, menos aún,  algún informe sobre el que se llevó mi chalina en la fiesta del castillo Atlantic. Dejé de adivinar sobre el contenido de la tarjeta así que después de recogerla, la abrí y me encontré  con una invitación para una fiesta de Halloween. A esta edad y en este tiempo, me dije a mí mismo. Sin embargo, una de mis discípulas de la Universidad, me preguntó un día antes,  con que disfraz iba a ir. Le contesté que iría disfrazado de lobo. No se me ocurrió preguntarle a qué fiesta se refería y me encuentro con esta invitación con un aroma característico del patchuli que llevaba la dama de los ojos negros. Todo mi cuerpo se convulsionó desde la cabeza a los pies y mis recuerdos afloraban a flor de piel.


Cuando me acordé del padrino de Harry, también recordé al conde Hectorius de Auseville, auditor mayor del reino, que según el conde Nolberto Troll de Hungría, aquel se convertia en cobayo y que no era el único. Cuenta la leyenda que un amigo suyo, el Marqués de Kentucky, se convertía en un pollo negro y brillante como una avestruz. Conocí al marqués cuando era un adolescente y esperaba verlo como tal, no como un animago, pero era inofensivo y muy respetuoso. Supongo que la metamorfosis no iba a variar su carácter.
Mi curiosidad por la tarjeta y una simple letra “Y”  la asociaba con ella y tenía interés en desentrañar aquel misterio que corroía mi alma, así que fui al centro de la ciudad y busqué en la tienda de algún anticuario, un vestuario elegante con una máscara misteriosa de un lobo. La dirección era en una residencia cerca a la playa. Como no tenía coche, alquilé un taxi que no me quiso llevar hasta la puerta de la residencia porque el hombre me dijo con voz entrecortada que había visto un caballo de crines blancas que surcaba desde el cielo. ¿Será Luis Alberto de Sajonia? Algunos libros esotéricos manifestaban que este noble, descendía de Xantos y Balios. Otros textos que leí en la biblioteca de la casa de Elisabetta de Cerdeña, señalaban a Bucéfalo como abuelo del príncipe de Sajonia.
No había mucha luz en la residencia. Era muy amplia con pisos de mármol, paredes con cuadros tomados del Libro de la selva. Uno de ellos presentaba a Aquela y sus lobeznos cerca de Mowgli. Se me escarapeló el cuerpo, fue entonces que vi a Rowina de Southampton que me dijo con voz entrecortada y lúbrica “Te escapaste”. Me quedé mudo y evité su mirada para no quedarme otra vez petrificado. ¡Qué raro!...ella casi no hablaba. Estaba muy atractiva y parecía que tenía sed, mucha sed, pero de sangre. Ingresé rápidamente a otro ambiente y me encontré con varios animagos. Uno de ellos Sirius Black, con su estampa cánida y noble.  Conversaba con un enorme can que cumplía 25 años de Aniversario. Muy cerca a ellos estaba el Arcipreste de Colán que también estaba de aniversario y llevaba entre sus manos a un sapito con sus lentes y una vestimenta de príncipe que me dio risa, pero cuando me di cuenta que hablaba a una dama, me asusté. “¡Hola ñata bandida!” le dijo a una joven del séquito del Príncipe Alberto. Solo había bebido una copa de chateau Lafitte y no podía estar ebrio. Más allá estaba el cuy mágico quien con aire señorial conversaba con un albatros. Estos animales me parecían familiares. Cerca había una monita que emitía unos sonidos agradables. Por otro lado, unas palomitas con collares y chaquiras.Tenía ganas de gritar y gritar para darme cuenta que no estaba soñando, pero la musica era tan exótica y envolvente que me permitió ver a otro grupo entre ellos un gigante, una rana que hablaba francés y un viejo actor mexicano que abrazaban a un lobo. Yo sé quién es ese lobo. Es mi gran amigo el joyero peruano que le regaló una bella esmeralda a la vizcondesa Lyn de Marec. Entonces, yo que quería ser un unicornio, era también un lobo que buscaba con mis ojos cansados a una bella loba que olía a patchuli.
En un sofa de terciopelo rojo sangre estaba Fatma, la exótica mujer de Sierra Leona, que a pesar de ser musulmana, llevaba una estrella en el cuello. No sé si era para protegerse de los vampiros que andaban sueltos o para señalar que ella esperaba a un maharajá de la India que le contara como a Scheherezada los cuentos de las Mil y una noches. El encanto de Fatma era su danza morisca que atraía a los peregrinos del Sahara. Se la podía ubicar por un diamante que tenía en la oreja y su mirada de doncella en un oasis.
En el mismo sofá estaba Elisabetta, de cabellos negros y nariz aguileña quien arrebataba con su voz de mujer sarda y sus uñas largas pintadas del mismo color de sus labios: rojo sangre con un brillo carmíneo que jugueteaba con la música que llegaba a sus oídos. Su mirada como la de Rowina era lúbrica y atractiva que podía atraer al mozo más plantado pero para saciar su sed de…sangre. Ellas y Alexandra no envejecían nunca. Me cuentan que las memorias de un viejo marino mercante italiano relataba con calidez la belleza misteriosa de Elisabetta di Sardegna, su esposa quien nunca envejecía a medida que el tiempo acababa con él. ¿Era la misma persona que mencionamos ahora?...No sé. Yo solo se que su belleza enigmática me producía ensalivación y temor y ella estaba alli con sus dos amigas inseparables además de Fatma, la dama musulmana.
Un personaje regordete con su trombón en la mano y disfrazado de pingüino conversaba con el Caballero Carmelo de comida del sur del Perú, mientras un panda hindú y otro parecido dialogaban con un gracioso monito maquisapa sobre música y trabajo. ¡Qué hermosos vestuarios! Unos eran reales y otros parecían de verdad. No había que preocuparse por la mayoría de animales que eran amigos de Sirius. El problema estaba en Rowina y sus amigas: atractivas,de una belleza del renacimiento cuyos labios de un rojo intenso buscaban en la noche una víctima para calmar su sed.
Me retiré de aquel ambiente y estaba dispuesto a conversar con el conde de Auseville, pero lo vi acompañado de una dama siempre de rojo y blanco, pero esta vez con un vestido largo, un magnífico collar de rubíes y zarcillos del mismo color, sus ojos plomizos y su mirada de cierva que se percató de mi sonrisa y me llamó con delicadeza. Me acerqué y dialogué con ellos. Ella me entregó una pequeña tarjeta de color madera y se fue a bailar con el conde. Ella era Irascema do Bahia y era misteriosa y estaba a punto de contarme una historia que la atormentada. Cuando me quedé solo en ese ambiente, me dirigí a los jardines que daban a la playa , A través de un ventanal observaba el mar, el flujo y reflujo de las olas. Había luna llena y su replandor plateado formaba un camino que conducía tal vez al palacio de la luna. Seguía absorto con el dulce camino y sentí un olor a patchuli. No quise voltear porque podría ser una falsa alarma. De pronto unas manos largas y suaves me abrazaron y me dijeron con una voz infantil y cándida “¡Halloween!” Era Yasmina que posó sus bellos ojos negros sobre los míos. Como no tenía caramelos para darle, lo único que atiné a ofrecerle fue un beso. Duró varios segundos, pero me parecía que duró una eternidad. Cuando dejé de besarla le contesté “Halloween! Pero ella no sonríó. Solo me miraba y movía al son de la música sus labios carnosos.La mascarilla de un negro brillante puesta sobre una parte de su rostro era de una loba. Mi máscara también era de un lobo. Sentía deseos de aullar. Ella captó esa intención y también quiso hacerlo. Yo no me podía mover. M e sentía hipnotizado. Seguíamos mirándonos. Fue entonces que pronunció unas palabras extrañas: Ama bahebek o algo así. Me dio un beso y desapareció por el camino  de la luna toda etérea y lobuna. Cuando zambulló su cuerpo entre las espumas de las olas, escuché nuevamente aquel aullido que ingresaba por todas las partes de mi cuerpo y  que todavía estaba impregnado del mágico olor del patchuli.

lunes, 31 de octubre de 2011

ATLANTIC

Después de una certificación internacional en tres procesos, París bien vale una fiesta. Ernest Hemingway lo celebró en el Ritz, después de que los aliados ingresaron a París. Nosotros lo hicimos en el Atlantic. Es cierto que tuvimos una hermosa chocolatada con nuestros estudiantes. También disfrutamos de una kermés. Tendremos más adelante festival de danza y de Música para sellar con broche de oro con el EXPOCLARET. Olvidaba decir que nuestros exalumnos tuvieron el sábado su campeonato de fulbito. Lamento no haber podido asistir porque bailé mucho el sábado y me dolía la cintura, pero no me arrepiento. Jorge Gómez me disculpará por mi inasistencia, pero le diré que no quería comer pollo.
La entrada del Atlantic era impresionante. Sus escaleras y su ascensor nos daban un saludo de calidad. En el primer piso, los juegos y en el segundo diversos ambientes para una buena cena. Tengo que felicitar a Rocío, Élber, Jennifer, Gladys, Lucho Rojas y alguien más que no recuerdo, por esta noche maravillosa. Un buen aperitivo, bueno dos, mejor; tres, excelente. Una coqueta piña colada y un enternecedor pisco souer además de una efervescente algarrobina dieron los primeros pasos para estar contento. Las brochetas y los antipastos nos decían “No se vayan que esto se pone bueno”. Pues a repetir la algarrobina y no pasa nada. Los amigos, elegantes y las damas, preciosas. No era el Atlantic. Era el paraíso al estilo germano. Todos éramos guerreros y queríamos entrar al Valhala (No sé si así se escribe). Después de este primer momento, escogimos nuestras mesas. Buscaba a los Dinos, pero no los encontraba, así que me senté con Héctor, Jorge Díaz, Wilson, Hernán, Laura, Yovana, la inglesa, Teresita y alguien más.
 Las otras mesas tenían a los directivos, Inicial, Primaria, Educación Física y mi querida amiga Katherine, los muchachos de Mantenimiento, los que llegan tarde y la mesa de Leidy y sus amigas(Sofía Ramírez, Olga, Yovanita, Elizabeth  Sanes, Sofía Paz y Renée).
El Whisky, vino y agua se complementaron con las comidas tan bien que era hora de bailar y se bailó. Ana María estaba tan lejana, igual, Milly. Mechita y Jurissam estaban en el otro extremo que se hacía difícil llegar allí. Había tanta belleza que no sabíamos con quien bailar. Entre los bailarines destacó Pepe Correa que con sus nuevos pasitos logró el aplauso de la concurrencia. Pilar fue otra de las personas que bailaron toda la noche. Una de las más comprometidas para bailar fue Leidy que baila tan bien sobre todo la salsa y el merengue. Las chicas de Inicial siempre bailan en grupo y lo hacen tan bien que provoca mirar como lo hacen.
Un sobre de azul y blanco, provocó una enorme sonrisa en los asistentes que se animaron para bailar y cantar. Entre los coordinadores, el que más bailó fue César Náquira. El invitado especial -Toto- bailó hasta el cansancio con las profesoras de Secundaria.
Este 2011,  cumplían 25 años Gino Badoíno y Joel Pérez. Sus esposas estaban con ellos. ¡Felicidades para los dos! También nombraron a los que cumplieron treinta. ¿Y a los que cumplieron cuarenta o más?...sin cuenta…
Fue una noche inolvidable para nosotros y ellas.
Esta es la versión real.
Les invito a leer la versión ficticia y se llama LA CENA.
¡Hasta pronto!
                                                                                                              Don Lucas