Ya había empezado la charla de nutrición y habíamos llegado tarde al auditorio. La panadería del Señor Chuquiure había preparado unas riquísimas empanadas de pollo, carne, jamón y queso. ¡Cómo negarnos a esa delicia culinaria!, apostrofó el gallo con una firmeza de ánimo y un rictus de filósofo decimonónico. La empanada da mucha sed, reclamó el camello y pidió una inca cola muy helada de litro y medio. El bueno del maestro Tejón pidió un limoncito para rociarlo sobre las milagrosas empanadas. La niña trajo varios limoncitos y el grupo dijo al unísono ¡Síii!...Yo dije como un exabrupto ¡Nooo! Porque se acerca la dichosa revocatoria. No estamos hablando de política, aclaró el gallo. No faltaba más, dijo el camello. Se quitó el sombrero y ya iba a lanzarse un rollo de ataques para Susana Villarán pero el tejón observó que en la otra mesa estaba un cerdito comiendo su sánguche de chicharrón y su cola inglesa helada. Nos miraba de reojo, pensando que alguien le iba a quitar su preciada comida. Los nuevos lentes que se había comprado, después del examen médico, le presentaban el sánguche más grande. Además, los amigos del Departamento de música lo felicitaron porque ahora parecía doctor. Hablando de doctor-dijo para sus adentros-tengo un pequeño dolorcito y voy a pedirle un pequeño préstamo al R.P. porque hace tiempo que no le pido. Cuando me vea mi nuevo look, me va a prestar. Lo sé y lo presiento. Antes de que se duerma el gallo, les pedí a los animalitos del grupo que teníamos una charla importante sobre Nutrición. Pagamos la cuenta y nos fuimos a la charla. Como era en el tercer piso, nos demoramos un poco para no dejar atrás a nuestro amigo cuyos pasitos eran como el pasito tun tun.
La Sala estaba repleta. No nos quedó otra cosa que buscar una silla y sentarnos atrás donde el mundo es maravilloso. Se puede leer periódico, llenar crucigramas y sobre todo jugar con el celular o pararse a cada rato para ir a los Servicios higiénicos. Los primeros minutos de la charla lo escuchamos con nitidez. A medida que transcurrían los minutos, se durmió primero el gallo; después, el camello. El tejón tomó una fotografía y observé que los dos muchachos de Pastoral roncaban como dos hermanitos que habían tenido una amanecida de estudio y meditación. Cuando le quise contar a mi amigo arborícola, ya se había dormido también. Le quise contar a Camote que la gente se estaba durmiendo, pero él estaba en brazos de Morfeo con una cara de felicidad que no le quise interrumpir. Parece que las empanaditas estaban con algún preparado que nos durmió a todos.
Yo soñé que Camote soñaba que había dejado de ser un tubérculo corriente para convertirse un poderoso Yacón, después de los nuevos lentes que en la calle le darían un aspecto de doctor. Él cuando era niño, quería ser doctor y hoy se iba a cumplir su deseo: El Doctor Yacón. Sonaba muy bien. Además, él tenía su pintita. Se lo había dicho alguna vez, una linda provinciana que conoció en una fiesta de Santocristo, cuando él tocaba el trombón. Después de tocar y comer, para Camote, lo mejor que había en la vida era dormir.
Yo soñaba que mi amigo camello caminaba por el desierto en busca de una calabaza para alimentarse. En este desierto, abundaban las calabazas y los tomates, también. Después de la charla, ya nadie quería tomar gaseosa de color. La única que vi que escuchó la charla de nutrición con su gaseosa para refrescarse era Danixa. Bueno, ella necesita peso y a nosotros nos sobra. En el caso del Grupo Cinco y su Director, han diseñado un plan para bajar de peso y crecer. Lo primero, me parece excelente; lo segundo es una utopía, pero, a fin de cuentas…el papel aguanta todo : “Verba volent, scripta manent”.
Resulta saludable escribir sobre productos naturales. Nosotros la comemos con jalea, pescado, cancha. Una yuquita frita que para el colmo de los males, la remojamos con una cervecita y si es helada, mejor. Yo no sé porqué la gente relaciona la palabra “yuca” con las piernas de una dama. Otros, toman el término para aseverar que se ganó o se logró algo. Esta referencia la asociaban con un Presidente. Y si hablamos de referencia, vemos que el camote era llamado “batata” por los indígenas de América, pero los españoles cuando vieron el camote, lo confundieron con papa, de tal manera que la batata(camote) dio origen a la patata, que a su vez dio origen al vocablo Inglés “Potato”. Por lo tanto, podemos observar que el sencillo camote tiene ascendencia real. Sin embargo, en estos tiempos, el yacón ha tomado fuerza, en especial para las personas con sobrepeso como el Dr. Yacón-antes Camote.
Es bueno soñar. El problema es cuando te despiertas y termina la charla de nutrición. Un buen grupo, después de la charla nutricional, tomó sus vehículos y se fue a comer Jalea, chicharrón mixto y el cebiche, plato bandera de nuestro fotógrafo.
Nos vemos en el paseo de integración en Solimar.
Don Lucas