La marimba es un instrumento muy conocido en el mundo centroamericano. Nosotros, también lo conocemos y forma parte, muchas veces de los regalos navideños que los Padres de familia regalan a sus hijos. Siempre la música por delante.
Tenemos un grupo de chicas muy alegres que ríen a diestra y siniestra ya sea en el coliseo, el comedor de profesores, el patio o en los pasadizos. Sus timbres de voz son diversos. Yo creo que es por la talla. Una vez las ubiqué en una reunión en el auditorio. Escuchaba sus voces y cuando hablaba o reía una y otra, sentía como si alguien estaba tocando una marimba. Ustedes saben que este instrumento está formado por placas de diferente tamaño y sucede que estas muchachas son entre altas y bajas una especie de …ma…rim…ba. No te creo, me dijo el cuy mientras huía del perejil que le ofreció Norberto.. El loco, dejó su violín y explicó con cordura el origen de las notas a través de las chicas de la marimba:
Janet: Dócil cuando baila y canta, es la más alta del grupo. Parece escorpiana.
Jurissam: Recibe mis saludos y me regala una sonrisa cada vez que camina cimbreante hacia Infancia Misionera.
Liliana: Misionera y suave con la sonrisa de hermana.
Rosita: Faro de luz, mirada núbil y voz cantarina.
La chica de los lentes oscuros y callada. Siempre mira al SOL y a los niños.
Carol: LA pequeña y habladora. Siempre afina con su voz y
La más pequeñita-de Inicial-… SIbila y lejana. Si no es Hilda, debe ser un hermoso duendecillo que salió de algún mito nórdico para regalarnos con su vocecita la última nota de la marimba claretiana.