lunes, 12 de septiembre de 2011

El deporte y la amistad

Llegué abrigado al colegio y observé la cantidad de carros estacionados y en circulación. Julián siempre en su puesto, saludaba a los amigos y padres de familia. Yo seguía avanzando y en una de las canchas próximas al coliseo los Papás se desgañitaban ordenando a sus hijos que metieran gol. El bombo, las matracas, los silbatos daban la alegría y los niños de tanto grito no sabían si ver a sus seres queridos que gritaban o ir tras de la pelota. Era sábado y el deporte estaba a la luz del día. No había desayunado, así que me fui al quiosco de Don Miguel a disfrutar de un café y una excelente hamburguesa. Una vez repuestas mis energías, continuaba mi camino en busca de mis alumnas y alumnos hasta que por fin los ubiqué cerca a sus padres. Ellos y ellas lucían la gloriosa camiseta de sus secciones ya sea azul, verde, amarilla o roja. Las mamás y los papás observaban desde las tribunas a sus retoños. Segundo “A” y Segundo “C” en un partido de fulbito a todo dar donde se lució el arquero Briceño, la defensa del silencioso Diego, los avances de Maicelo Benavente, la reciedumbre de Marco, la visión de Zavala, los avances de Miguelito, las ansias de gol de Camilo, la fuerza de Franco y Johnny y el gol de Sebastián. ¿No es maravilloso este sábado claretiano?

Las Madres de Familia del Comité me brindaron una gaseosa y un triple que me vino muy bien porque me permitió conversar con un grupo de mis alumnos de la sección “C” quienes me informaron que uno de sus compañeros “metió un gol, pero en contra”. Decidimos ejercer una labor periodística y buscar al jugador que cometió esa torpeza. Cuando lo hallamos, estaba triste, desalentado y me narró su historia que a cualquiera le puede suceder. Para alegrar la mañana, Gárate molestaba a un gigante de Tercer año de Secundaria, Hidalgo sacó sus libros para donarlos a la biblioteca. De estos tres libros, uno era pirata y la risa de sus compañeros, entre ellos, Arana, se hizo notar. En ese momento llegó Acosta, renegó un poco y se unió al grupo. Los chicos se olvidaron de la derrota. Gozaron de las ocurrencias de Hidalgo, deportista múltiple: nadador, futbolista, jugador de tenis de mesa, árbitro de tenis de mesa, y narrador de historias increíbles, pero al igual que Casandra, nadie le cree.  
Nuestros chicos y chicas de Segundo año de Secundaria se encuentran en la mañana deportiva que el colegio y su orgulloso ISO 9001 brinda a sus alumnos y alumnas. Es muy importante la presencia de los Padres de Familia quienes asisten a observar a sus pequeños y pequeñas y la amistad se desarrolla en el mundo del Padre Claret.
Me contaron que en baloncesto masculino, los jugadores de la sección “C” nos ganaron. Que no vino Williams porque estudia Inglés, que el otro se quedó dormido. Todo esto forma parte de nuestra idiosincrasia y lo más valioso es que se reúnan para dialogar, reír, disfrutar de un buen   avanzar por la pasarela del estadio Claret donde chicos y chicas se saludan, disfrutan de una gaseosa, alientan a su equipo, sufren un poco por la derrota de un partido y se pasean de aquí para allá, de allá para acá.
La parte final estuvo en el partido de básquetbol entre las chicas de Segundo “C” y mis bravas guerreras de la sección “A”.  Había olvidado mi sombrero mágico y mis lentes ahumados. Todo estaba listo para el combate. Mis amazonas contra las nereidas comandadas por Marcia. Ximena que trataba de recordar las reglas de básquetbol, ingresó a la cancha seguida de la bella Melissa que movía sus rubios cabellos de de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. Nathalie buscaba sus lentes y fue aplaudida por los circunstantes. No venía Diana ni Andrea. Lucero nos iluminó y dijo que preferible perder con honor que dar W.O. Nuestras rivales nos miraban con cierta sonrisa, entre ellas Pierina y Mena de la Sota, basquetbolista de la selección. Fueron cuatro cuartos de nunca acabar. Nuestras amazonas cayeron luchando y planificando desde ya el partido de vóleibol del día Martes.
Faltaba el partido de tenis de mesa. La destreza de Montalvo y la garra de Zavala se impusieron a sus compañeros. El más contento de todos era Mirko que para demostrar su alegría ejerció de árbitro en tenis de mesa.
Nuestras chicas no tuvieron mucha suerte pero participaron. Entre ellas Melissa, Nathalie y Ximena. Extrañamos a Romina que no pudo asistir porque tiene sus clases de Inglés. En el ambiente de Tenis de mesa vi a la entrenadora que no sé cómo se llama y que tampoco me conoce. Probablemente yo sea para ella un padre de familia más. Conversé con el papá de Harold Collazos sobre música y jugué “una pichanguita” con el modesto Hidalgo. Lo bueno de este sábado es que me encontré con muchos chicos y chicas como Sánchez Gallesio, Enzo López, León, Morán, Yamil. Camila, Alejandra Liendo.  Igualmente dialogué con Alejandra Bacigalupo, Carol Zacarías, Andreíta, y otras chicas que saboreaban un enorme sánguche de Don Miguel y la Señora Marita.
Recuerden siempre al escritor Alfredo Bryce Echenique que cada vez que él y sus compañeros del colegio perdía un partido de fútbol, se unían más. Por el deporte conocí a mis buenos amigos como Jorge Tovar, Luis Alberto Sánchez, Benjamín Rebolledo, Élber Mejía, Héctor Ausejo y Julio Enrique Vásquez de la Paz, amigo entrañable que ya no está con nosotros pero que siempre supo demostrar lo que es la amistad en el mejor sentido de la palabra.
                                               Nos vemos el martes en el próximo partido.
                |                                                                                                                           El profesor Eddy

5 comentarios:

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  3. Bueno creo que ese fue un gran sábado de "deporte y amistad" porque como sabrá, dejamos ganar a sus alumnos, Acosta ya se había cansado de que nadie tirara al arco, Pedro se aburrió de estar en la defensa porque nadie era rival para él y por eso subió a la delantera y es ahí donde Iparaguirre aprovecho a meter su gol de "champa" y ni hablar de auto gol de Arana que había dicho que la sección "A" le daba pena y por eso le regalo un gol, pero solo por pena ya que sus alumnos no eran rivales para la potente sección "C"

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  5. profe, se olvida de su alumno Garate que reconoció que el libro de Hidalgo era "bambasa" y yo decía que lo había comprado en la av. La Marina a 4 "lucas" e Hidalgo se enfado mucho.

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