lunes, 3 de junio de 2013

¿TÚ TE SENTARÍAS EN EL ASIENTO DE ATRÁS?



La imagen que nos envía Pepe Novoa sobre el Papa Francisco quien está sentado al final, mientras otras personas muy humildes, están en las primeras filas, es muy valiosa. La humildad está presente en nuestro Sumo Pontífice quien está tratando en todo momento de romper muchos esquemas en el Vaticano, si se trata de los Papas, mayor razón.
Recuerdo que alguna vez vi la hermosa película Hermano sol, hermana luna (fratello sole, sorella luna), de Franco Zefirelli.  En aquella película, encontramos una secuencia en la que Francisco de Asís ingresa con un grupo de jóvenes con la ropa raída y el cuerpo marcado por la lluvia. Los cardenales que estaban a un costado de la Iglesia, sentados, vestían su ropa de púrpura y blanca, adornados de collares y sortijas de oro. Ellos miraban al grupo de Francisco de Asís con cierto aire de superioridad y de asco, porque los hermanos de San Francisco, vestían con humildad. El Santo Padre que recibe a Francisco, siente vergüenza y se arrodilla ante él y le pide perdón. Esta imagen quedó grabada en mi mente y siempre que ha habido oportunidad de recordarlo la he hecho, en especial cuando los religiosos que olvidan esta humildad y,  también sus votos de pobreza, obediencia y castidad.
Cuando era niño escuché a un sacerdote que nos relató sobre el fariseo y el publicano que estaban en la iglesia. El fariseo, siempre en las primeras filas y el publicano, atrás, decidí sentarme la mayoría de las veces, atrás, como el publicano. Esto es a título personal; sin embargo, cuando estuve en el colegio y en la Universidad y se presentaba la oportunidad de ir a misa, siempre ocurría lo mismo. Las autoridades adelante y los demás atrás. Es más, les separan las bancas para que nadie se siente allí.
En otra oportunidad, cuando mi familia fue a un matrimonio religioso, los familiares se sentaban adelante, pero yo no lo pude hacer. Siempre atrás. Cualquiera no puede ser como el Papa Francisco. Nosotros tampoco. Alguna vez he visto a alguno de nuestros coordinadores que en el Auditorio se sienta atrás, pero no por humildad sino para controlar a los profesores que llegan tarde o tienen que firmar. En la Santa misa, ellos se sientan adelante, al igual que algunos miembros del Equipo de la Calidad o Auditoría . La pregunta puede parecer ingenua, pero cuando no eran coordinadores, ellos se sentaban no tan adelante; ahora que lo son, ¿Tienen que sentarse adelante?...Alguno de mis compañeros aludidos, se pueden molestar, pero me gustaría que me lo digan de una manera personal y “sin picarse”, porque lo que pregunto no es un insulto sino una curiosidad, como siempre lo he hecho.
Mi amigo Benjamín  Rebolledo, los últimos años, empezó a sentarse adelante. Yo le pregunté si le habían dado algún cargo, además del maravilloso encargo de recibir a los estudiantes por la puerta de Precursores que yo también lo estoy haciendo con Élber y Francisco. Me dijo que ahora estaba adelante porque escuchaba menos. Nuestra amiga Gladys, siempre está adelante porque le gusta preguntar. Me gustaría continuar este artículo pero es mi hora de refrigerio y el refrigerio es sagrado, en caso contrario, puede ocasionar problemas estomacales. Y para terminar, agradezco a Pepe Novoa por esta imagen del Papa Francisco que me ha hecho reflexionar bastante sobre mi vida y los demás.
Eddy Gamarra

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