Vestida de blanco
De negros caireles
Y de dulce voz.
Llevaba en su brazo
Una bella orquídea
Exótica y suave
De lila el color
Estaba radiante
Tierna y grácil
Sonriente, morena
Labios carmesí.
La mirada triste
De la hermosa niña
Contrastaba siempre
Con su voz de miel.
¡Qué bien que bailaba!
Rítmica y lozana
Todos la sacaban
Todos, menos él.
De cielo el perfume
Frotaba la noche
En mágico paso
Color caramelo.
¡Cómo disfrutaban!
Con ritmo y sabor
Los chicos y chicas
De la Promoción.
Los Padres felices
Y también tutores
Miraban la fiesta
Con gran calidez.
Bailaban de todo
Donceles, doncellas
Los ritmos modernos
En la pista azul.
Parece que aquella
Muchacha de blanco
Buscaba en la noche
Del cielo estrellado
Gentil caballero
Que la invite un vals.
Sonaba la orquesta
Tal vez solitaria
Dentro del palacio
De hielo y azur.
El rostro silente
De la gentil niña
Abrió sus ojitos
Brillantes y oscuros
Y una lágrima triste
Color cristalina
De nieve y de tul.
Blanqueaba su rostro
De pronto la niña
Tomó sus crayolas
Entre sus manitas
Y dibujó el rostro
De la Promoción.
El aire aceptaba
Los trazos certeros
Juveniles, francos
De un gran corazón.
Entonces la sala
Sintió los destellos
De muchos colores
Que van a la luz.
La pobre muchacha
Vestida de blanco
De cabellos negros
Y de dulce voz.
Se convirtió sonriente
En halo de luz.
Un rayo plateado
Envolvió a la niña
Vestida de blanco
Que miraba atenta
A su Promoción.
Los chicos que fueron
A la cena excelsa
Guardaron silencio
De la noche insomne.
El guardián que cuida
Los patios oscuros
Cuenta sorprendido
Que todas las noches
La luz marfilina
De la hermana Luna
Lanza blanquecina
Un rayo de luz
Se convierte sutil
En la tierna doncella
Que baila alrededor
El Danubio azul.
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