El calor arrecia y me acuerdo de las canciones de mi adolescencia como aquella que cantaba Sergio Murillo, un muchacho brasileño: Domingo de sol y calor/ allá voy…/ allá voy. Sin embargo, un compositor griego, acuñó la canción “Nunca en domingo” . La temperatura ha subido unos grados más y algunas niñas han optado por el pescador. Algunos donceles también. Eso no quiere decir que acá tengamos lornas, pericos y cojinovas. El chinito Pablo nos dijo de soslayo “pero sí hay un bonito y sabe matemática”. Es posible que la corvina la tengan las personas pudientes que gustan del oro entre sus brazos y cuello. ¿A quién no le gusta los pescaditos?...No hay como la comida Marina, me dice un amigo. ¿También hay tiburones?...No sé, pregúntenle a Pepito Correa. Los escualos y cetáceos son animales de respeto. No dejen de lado la cojinova que a pesar de ser tímida, es agradable…El calor continúa y un cebiche provoca a pesar de que la gente lo escriba de mil maneras, me dice el hiperbólico Lucho Rojas. Sí es cierto y tan cierto como aquellas personas que todavía usan el “tiene que tener” y convierten el verboide gerundio en un futuro diferente, más cerca de un discurso presidencial de la estrella que de las formas correctas.
Es cierto que es una opción interesante que la palabra “currícula”, plural latina, sea desterrada y se emplee el término currículo toda vez que este vocablo tiene su plural : los currículos. Nada perdemos si le quitamos ese significado singular a esta palabreja que algunos mortales llaman “currícula”.
Por lo tanto, bien vale un cebichito, nos dice nuestro fotógrafo profesional, Leonidas y con mucho ají. De esta manera podemos apreciar la belleza de la naturaleza con más vehemencia. ¡Vivan los pescaditos!
La comisión va a preparar el paseo, el cual “se llevará a cabo”-comenta Carola, mientras Ricardo le increpa ” ¡se realizará!” en algún lugar interesante. Sí, contestan todos los lectores y trabajadores del Colegio.
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