El jueves tuve un sueño, casi infantil. Soñaba que iba a conversar con El Padre Dios para pedirle un favor muy especial. Por qué me atreví a hacerlo. Recuerdo que mi amigo Jaimito nos había contado que había conversado con Toñito, pues si él lo había hecho, por qué no realizarlo también. Total, “ Sueño, es sueño”. Además solo quería que le ordene a San Pedro cierre las cañerías del cielo para que no llovizne.
Era las seis de la mañana y estaba oscuro. No había podido dormir bien porque había tenido un sueño y cuando desperté a la realidad, lo primero que hice fue levantarme acercarme al balcón para ver si estaba lloviznando. La pista de la calle no estaba brillosa. Hacía frío y era hora de levantarse para ver qué pasaba. Después de asearme y cambiarme, busqué mi chalina. Un poco de café, me caería bien y listo para la jornada que me esperaba.
Todavía estaba oscuro. Mi reloj marcaba las seis y treinta y el portero seguía durmiendo en la entrada del edificio. Vi una imagen blanquecina con unas alitas blancas un poco desgastadas. No tenía cabello. Ahora sé por qué los calvitos se van al cielo. Espero que no hayan recibido a Mussolini. Quien como Sancy que ya tiene su sitio asegurado para muchos años después. Yo estoy fregado. Me gusta el cabello largo y el calor. Eso no quiere decir que me iré al infierno porque allá hace calor. Le pediré a Jehová que me acepté una pequeña transacción y me mandé al infierno de los griegos donde podría conversar con los héroes de la Ilíada y al Odisea. Pedirle a Odiseo me dé unos consejos para que mis estudiantes lean la mitología que es su próxima lectura. Además, como soy muy friolento, aprovechar el calor medido del reino de Hades.
Cuando salí a la calle, sentía como que la llovizna iba a empezar. Miré al cielo, estaba un poco nublado. En cualquier momento Chicho iba a venir con su coche del año para llevarme al trabajo. Las calles estaban casi vacías. Un perro callejero caminaba por la vereda y cuando me vio, movió la cola. Su mirada era de mucha dulzura y estaba tiritando. Sentí pena, quería llevarlo a la casa, pero a la señora no le gustan los perros. Cerré los ojos y quería desaparecer de aquel lugar.
Allí estaba frente a mí, el hombre venido de la lluvia, como el título de una película que vi cuando era adolescente. Estaba muy serio, como todas las autoridades que conozco. Sin embargo su rostro era dulce y comprensivo como todos…mis amigos del grupo de los Dinos. Me preguntó porqué tanta bulla para no recibir una llovizna programada para este distrito. Le dije que sería conveniente que la guarde para cuando el agua escasee. Pedrito, se rio de mí y me dijo con ironía que las órdenes vienen de arriba y yo le afirmé muy serio que las peticiones vienen de abajo y que si insiste en pegarse a la letra ya no rezaré en mi casa y borraré la palabra piedra de mis diccionarios. Se puso muy serio y accedió que no habría llovizna por que Elohim lo había ordenado y que no porque yo se lo había pedido. Me acordé de una expresión de mi pueblo y le pregunté si era de Jalisco. Pedrito sonrío y me contestó “Ya sé adónde quieres llegar”…
Quería llegar temprano. Tenía que avanzar mis notas y continuar la lectura de Verdi. Menos mal que el carro de Chicho se acercaba. Cuando se detuvo, lo primero que me preguntó era si iba a lloviznar. Le dije que unas chispitas me habían caído a la cara. (Para mis adentros, le contesté ¿Acaso soy Yahvé?)…Tendremos que aplicar el Plan B, manifestó preocupado. El carro continuó la marcha hasta que llegamos al colegio. La puerta estaba cerrada.
Pedrito estaba tiritando. Yo le quería ofrecer una pera o un durazno que estaban en mi lonchera, pero contestó que ya había desayunado. Quién como él porque yo no había desayunado. Apenas un café. Parece que ya se iba a retirar. Se rascó la cabeza y me envió saludos para Los Dinos, en especial Toto y Katherine que viajarían al Cusco. Hizo un tris con la mano derecha y vino una nube blanquecina que lo envolvió. Nos vemos en el desfile, gritó y desapareció como por arte de birlibirloque.
EL DESFILE
Llegué temprano, quería pasar algunas notas pero la Sala de cómputo estaba cerrada. Ya va a venir Toño-me dijeron- .Toda la mañana estuvo cerrada esa dichosa Sala. A mal tiempo, buena cara. Me fui a la cafetería y pedí una tortilla con hot dog, un café mientras los escolares llegaban, unos con sus vestuarios y otros con bolsa, mochilas, sombreros. Llegaban los profesores y profesoras. Todos miraban al cielo. La mayoría se fue a la capilla a rezar y rogar. Los coordinadores entregaban las hojas de control en las aulas y en menos de lo que canta un gallo, el profesor Arévalo consideró que era hora de subir a las aulas y esperaban la orden. Se escuchó una especie de relincho y todos subimos a las aulas. Se escuchaban chillidos, graznidos, ladridos. Alguien croaba, otro, parpaba . Es el parque de Las Leyendas, bufó un personaje. El leve parloteo de un loro
Le dijo a Patillo que hay que aplicar la ley de la selva. “Un minuto”, graznó con voz sui generis y una bandada de palomas atravesó desde Inicial hasta la oficina de su jefe. Estaban contentas y bellas con la pañoleta roja que les dieron, a tal punto que ni bien terminó el desfile, algunas se las quitaron. Impredecibles. Todos estaban elegantes. A tomar la prueba de examen y a prepararse para el desfile.
Los Padres de Familia ingresaron al colegio. Unos, vestidos con trajes típicos y otros abrigados por si el clima les juega una mala pasada. Yo sonreía a pesar de que estaba abrigado. De vez en cuando le echaba una mirada al cielo y esbozaba una sonrisa al viento. Ana María me preguntó por qué le sonreía al aire. Le manifesté que estaba perdiendo la razón por alguien. Los estudiantes estaban en sus aulas. Los micros listos para ser usados. En el primer piso, había asientos para las autoridades. Los alumnos y alumnas con trajes de diferentes pueblos. Los profesores de Sociales de acá para allá y de Allá para acá. Mi amigo Élber, un poco cansado y con sueño porque había celebrado su cumpleaños a todo dar. Toto que ya había llegado dijo en son de broma que el halloween fue un éxito. Yo no pude ir porque no tenía disfraz. Dicen que Benjamín fue disfrazado de René y Jaimito también. Total, hay tres Renés: Una dama y dos caballeros.
Desde el tercer piso se dirigió el desfile. Los animadores fueron Rocío, Julio, Ýlder y Eddy. Fue una tarea difícil. No había asientos y nos dolía la cintura. Sin embargo Alexandra, nos brindó agua. Después de una larga discusión dejamos el segundo piso porque el micro estaba ronco y casi apagado. La Comisión integrada por trabajadores de diferentes estamentos se dirigió a la Dirección para invitar a las autoridades al estrado de honor. No tengo la capacidad de relatar con lujo de detalles como lo puede hacer Jorgito Gómez, pero lo haré a mi manera, no como Frank Sinatra sino como un periodista que camina entre la realidad y la ficción.
Entre los invitados, destacaban dos personas. Una de ellas, Renzo Ibáñez Noel, ex alumno y con un cargo importante, en cuyas palabras emocionadas, se presentó a los estudiantes como un claretiano que regresaba a su Alma Mater . El otro, Jorge Tovar Serpa, un profesional muy querido por sus alumnos y compañeros de trabajo. Integrante del club de la Amistad a quien cariñosamente llamamos: Los Dinos. La Banda de música de nuestro colegio con la presencia de los músicos José y Oswald dio el inicio del desfile por Fiestas Patrias. Unas bellas bastoneras vestidas de rojo y blanco y preparadas por la profesora Kely Culquimboz marcharon con nuestros músicos estudiantes. El sonido de los tambores, las liras, el bombo y los platillos jugueteaban con las marchas al lado de los trombones, eufonios y saxofones, mientras las trompetas, flautas traveseras y otros instrumentos ofrecieron sus cálidas melodías para el disfrute de Padres y de Hijos.
Si pudiera nombrar a todos los profesores que participaron, sería maravilloso. La participación de la mayoría estuvo impecable. Tengo que destacar a las profesoras de Primaria quienes salieron con sus alumnitos y alumnitas. Ellas estaban vestidas con diversos vestuarios de nuestros pueblos. Entre las profesoras puedo mencionar a Rosita, tan guapa y garbosa. Carol, que necesita un viajecito a Punta sal, blanca como la nieve. Janet-la más alta- bailarina como ella misma. Teresa, tímida y sonriente, cuyos ojos miraban a la tribuna. Liliana, bailando y animando a sus niños a que bailen también. Carole Mena, y su sonrisa de maestra. No puedo dejar de mencionar a Gladys vestida para bailar una marinera de rompe y raja al compás de la guitarra y el cajón. Ella bien se merece una medalla más.
La mayoría de los profesores acompañaron a sus alumnos y alumnas. Si mi memoria no me falla, pude ver a Laura, Yovana Lázaro y Leidy, todas bellas y bien uniformadas. Entre los galanes, pablo “El chinito”, dejó el vals y la cumbia para vestirse con poncho y zapatear un Huaylas de centro junto a sus estudiantes. Alli van unos versos para nuestras profesoras:
“Rosita, Rosala
Voz de la mañana
Danza ríe, baila
Como la colegiala.”
Para una de mis compañeras de Comunicación…
“Por las riberas del Sena
Tan Silenciosa, serena
Camina mora, morena
La flor de la azucena.
La tercera tiene en su segundo nombre la clave:
Sonriente, angelical
Din don, din dan
Unos miran
Otros van
Din don, din dan
Campanita de cristal.
“Yovana, Yovana/capullo de la mañana…contenta, garbosa/avanza sonriente/felina, sinuosa/sonríe guapachosa/y mira de repente.
En cuanto a los chicos y chicas de Segundo Año, ellos prefirieron salir de pescadores o de saya. Otros, llevaron el vestido de marinera o de chalanes. Estuvieron excelentes. Tengo que felicitar a las mamás y papás de los Comités de aula por apoyar a los chicos y chicas en este desfile de Fiestas Patrias. La señora Angulo y la Señora Ticona, de Segundo “A” desfilaron con trajes típicos que engalanaron el desfile como las demás. ¡Felicitaciones!
La nota más tierna de este día fueron los ex alumnos y ex alumnas que vinieron a saludar a sus maestros y maestras. Entre ellos estuvieron los estudiantes de la Primera Promoción mixta, nuestro amigo Bill Gee, alumnos y alumnas de otras promociones y una Promoción muy querida por este profesor que les escribe estas líneas: La Promoción 70. Hacía un esfuerzo para no llorar de emoción. Quisiera mencionar todos sus nombres, pero de repente me olvido de alguno o alguna de ellos. Ellos fueron a la Sala de Profesores para encontrarse con nosotros. Para mí y muchos de nosotros, fue maravilloso este reencuentro y hace que siempre los tenga presente en mi corazón. Un abrazo especial para Gabriel, Antonella y Nicole que estuvieron presentes en el desfile.
Felicitamos a la Comisión de organización y a todos los que hicieron posible esta celebración. Es bueno y saludable reconocer el trabajo y apoyo. No es bueno hacerse esperar. El tiempo es un señor muy especial. Hay que saber usarlo. Si no me creen, pregúntenle a Eolo. Estamos cerca del campeonato de Ajedrez y a esforzarse porque Agosto es un mes de responsabilidad para nosotros, en el ISO y que todo vaya bien,…a pesar de todo…seguimos siendo amigos-dice mi amigo Élber.
¡FELICES FIESTAS PATRIAS!
DON LUCAS
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