Me
llaman el profesor
Por
los cursos que enseñaba
Les
cuento que siempre amaba
A pesar de la
pobreza
Que llenaba mi
tristeza
Varios años me
costó
Enseñar en un
colegio
Y me gané el
privilegio
Por la experiencia
vivida
Dejando ahora
sentida
El valor y el
sortilegio.
Con el verso
popular
Puedo llegar a la
arena
Respetando la
azucena
Que es una flor
lejana
Símbolo tal de mi
hermana
Que me causaba la
pena.
Ora pido la
licencia
Para contar esta
historia
Escarbando mi
memoria
Con lápiz, papel y
llanto
Mitigando mi
quebranto
Al detener esta euforia.
Muy joven llegué a
la escuela
Cabello con barba
larga
Apoyándome en la
adarga
En forma de corazón
Para escuchar con
tesón
Del sabio, la vida
amarga.
Era el más tierno
de todos
Que no llegaba a
los treinta
Aunque tomaba en
cuenta
La experiencia del
adulto
La ignorancia, el
insulto
Que a mi dignidad
atenta.
La música de mi
tierra
Que desde siempre
me aferra
En el tiempo en que nací
Y por eso vivo así
Entre la paz y la
guerra.
Por andar con
amiguitos
Amigazos y amigotes
Subí de peso sin
trotes
La cerveza y la
comida
Dibujando tan
perdida
Esta vida y los
palotes.
Cuando el tiempo
transcurría
Entre clases y el
deporte
Me convertí en el consorte
De una bella
princesita
Morena, dulce,
bonita
De buen talante y
un porte.
Ordenada y
hacendosa
Una experta
cocinera
Linda por dentro y
por fuera
Como un valioso
rubí
Desde que la conocí
Hasta que vino la
espera.
Tres hijos me dio
corazón
En su mundo
trabajando
Que con la ropa
lavando
Ella nunca se
enfermó
Qué puedo decirles
yo
Porque aún la sigo
amando.
Los años que
transcurrieron
La pasé de
maravilla
¡Ay! Con esta vida
mía
Que dibujó en mi
memoria
Trazando de aquí la
gloria
Con un plato de
morcilla.
Los excesos de
comida
Y la bebida de a
mil
Trajo la enfermedad
vil
Que destruyó mi
organismo
Como si hubiera un
sismo
Para un tipo
zascandil.
Después de la
enfermedad
Mi vida entera
cambió
El corazón se
ordenó
Entre pastillas,
consultas
Dejando casi
insepulta
La vida que Dios me
dio.
La verdadera
ambrosía
Me la ofrecieron
los chicos
Con la rutina en
añicos
Purificando el
anhelo
Diseñando la mar y
el cielo
Con fortaleza y mis
hijos.
Así aprendí a
querer
Entre el norte, más
al sur
Jugándome un albur
A través de vida
sana
Los días de la
semana
Buscando el color
azul.
Es mi color
preferido
Y lo digo por mi
honor
Con la nobleza y
candor
De una ruta
interesante
Es la vida de
estudiante
Que yo escribí con
amor.
Si me falla la
memoria
Será porque ya estoy
viejo
Mirando por
entrecejo
El quehacer
estudiantil
Voz musical en
atril
Que iluminó mi
pellejo.
II
Hoy no puedo
soslayar
A los alumnos,
caramba
Cantando tal vez la
samba
La vidala qué se yo
Como siempre la
cantó
Atahualpa en
Urubamba.
Siempre en la
literatura
Para escribir con
el llanto
Sobre el diablo
sobre el santo
Es mi querida
Priscila
Que convence con
encanto.
Con la capa, con la
espada
Se nos presenta
Fernando
Toreando de vez en
cuando
Con valentía, caracho
Voz varonil, Plaza
de Acho
Calladita y
silenciosa
La niña de blanca
tez
¡Ay! Cómo juega
ajedrez
Maga en la
computación
Alexandra en la
lección
Nos brinda la
exquisitez.
Declamación y
guitarra
No le gusta estar
en farra
Y ahora estudia
inglés
Morán nunca da un
traspiés
Lucha y combate con
garra.
Un juguetón y
amiguero
Con la bulla y el
dibujo
Parece un monje
cartujo
Con grafitti y leontina
Es nuestro amigo
Medina
Un artista a todo
lujo.
Y para serles
sincero
Lo pronuncio a toda
luz
Que José Luis de la
Cruz
Es un maestro en
monedas
Estudioso de los
Vedas
Química, danza,
alcuzcuz.
Nunca lo quise
decir
En este país de
antaño
Callejón de un solo
caño
Con tallarines al
pesto
Que me gustó el
baloncesto
Para este tiempo de
hogaño.
Si de básquetbol se
trata
Voto por cien a
Martín
Por el carácter
afín
Con el cuenta esta
historia
Un corazón y
memoria
Marioneta y
arlequín.
Si de la danza se
trata
Menciono siempre a
Lombira
¿Qué soy un
sobón?...¡Mentira!
Siempre acudo con
la risa
Para cantar que
Lubitsa
Estudia, baila y
aspira.
Como todo
estudiante
Ella se raja y
avanza
Como los demás,
alcanza
Un nivel de calidad
Confieso que es la
verdad
Todos son buenos a
usanza.
Mi espíritu musical
Señala siempre a Murrieta
De vez en cuando,
palmeta
Charanguero y en
guitarra
Aunque le gusta la
farra
Si hablamos de
composición
Un guitarrero y
cantor
Que siempre canta al amor
Lo digo sin ningún
perjuicio
Que ese muchacho
Mauricio
Canta la risa, el
dolor.
El cariño es muy
grande
Lo tienen todos, mi
hermano
Como el arte del
gitano
La luna y el sol
para todos
Los amo de todos
modos
Con ellos siempre
me ufano.
Con la corona del
rey
Recibí de Ana la
ley
Demasiado
emocionado
Acepté de buen
agrado
De los pastores la
grey.
No puedo dejar de
lado
Las palabras de Ana
Lucho
Preocupándose mucho
Del viejo lobo de
mar
Si le pudiera
entregar
Mil palabras de aguilucho.
Yo nunca me
olvidaré
De Silvana y
Marianita
Con su bondad,
mujercita
Y disfrutar la
jauría
Con esa gracia tan
mía
Que a todo maestro
invita.
Hoy recuerdo a las
lectoras
Como Alejandra y
amigas
Andreíta y las
espigas
De trigo y mucha
fusión
Largo el cabello y
ficción
Entre los cardos y
ortigas.
La niña que me dio
el globo
Andrea Blua eres tú
Para mí “Andrea Blu”
Como el azul del
cielo
Luchando con ese
anhelo
De viajar al
Iguazú.
Con el pasar de los
años
Recibí mucho cariño
Con esa virtud del
niño
Sin reaccionar con
enfado
La actitud de un
hombre amado
Que a la vida le da
un guiño.
Para obsequiar las
monedas
Es ejemplo de
amistad
Buen carácter,
libertad
Arthur Castro, el
noruego
Que no hay que
pedir ruego,
ni mostrar la vanidad.
Si debo hablar con
la dama
Pongo ejemplo a
Garavito
Responsable y no
evito
Saludar con dignidad
A la hadita
majestad
Desde el lugar
donde habito.
Para comerme un
wantán
Hoy día me fui a
Capón
Olga Pierina
Obregón
Disfrutaba chi jau
kay
Yo solo con mi
chancay
Saludé a la
afición.
Terminé el
peregrinar
Con gente buena y
honrada
Promoción tan halagada
Grandes atletas,
cantores
Futbolistas y
señores
Bellas damas, voz
alada.
Les cuento con la
verdad
Y para serles muy
franco
Que hoy sentado en
un banco
Pienso mucho en mi
retiro
Y con tristeza
respiro
Mi jubilación al
tranco.
No quería envejecer
Con el tiempo
transcurrido
Por eso,
amigos, les pido
Que tengan mucha
paciencia
Y si no la
concurrencia
Dirá que soy
atrevido.
Le contaba a mi
mujer
Mi vida de juventud
Que nunca fue una
virtud
Músico poeta y loco
Destacando poco a
poco
Para tener plenitud
Le conté esto a la
doña
Mis hazañas de
aventura
Salpicada de locura
De muchos libros y
amor
Tengo que ver al
doctor
Para que me dé la
cura.
Yo no me puedo
quejar
Del cariño en
especial
Es un hecho tan
real
De mis
muchachos…¡Carajo!
Disculpen el desparpajo
Porque me pongo a
llorar.
Tanta consideración
No encontré nunca
en mi vida
Me curó de mi
partida
Que tanto daño
causó
A este lobo qué sé
yo
Sanándome de esta
herida.
A la hora de
lectura
Que no son dos sino
tres
Me limpió siempre
este estrés
Aprendiendo,
disfrutando
Llorando de vez en
cuando
Y escribiendo mes a
mes.
Todo empezó en la
clase
Dejándoles la tarea
Permitiéndole que
lea
A la luz de una
vela
Una incipiente
novela
Para que alguien la
vea.
¡Ay! de la página
en blanco
Mientras transcurren
las horas
Ofreciendo las
demoras
Que nos impone la
vida
Esta especie tan
querida
De la narración que
añoras.
Buscando los
personajes
En eterno caminar
Retroceder, avanzar
Y corregir lo que
escribo
Yo nunca de esto me
inhibo
Cuando tengo que cantar.
Si de escritores se
trata
Priscila, Andrea,
Lombira
Emi, Zúñiga y mira
Que hay más en este
Parnaso
Escuchen, háganme
caso
Es la verdad de la
lira.
Cómo quisiera
incluir
Con coraje a mis
estrellas
Todos brillan,
todas ellas
Porque tienen
corazón
Garra, cariño y
pasión
Como las glorias
aquellas.
Rindo en Julio mis
respetos
A mis amigos
maestros
Como a todos sus
ancestros
Hijos de la
educación
Que enseñaron con
visión
A los estudiantes
nuestros.
Para que ellos
recuerden
Como un profesor
tan fiel
Es que camino en el
riel
Donde se desliza el
tren
Pensando siempre en
el bien
De mis alumnos la
miel.
Me enseñaron mis
abuelos
Que nunca hay que
ser ingrato
Tengo cuerda para
rato
Para alabar en
vigilia
A los Padres de
familia
Por su trabajo y
buen trato.
Cuando nace el
sentimiento
Prefiero ser
popular
Para poderles
cantar
Como aquel bardo
argentino
Que versifica con
tino
Cuando se pone a
pensar.
Ya para finalizar
Este poema que
entrego
Con espíritu de
lego
Que en verdad me lo
merezco
Con honestidad le ofrezco
A la Promo cuando
llego.
Los días, meses y
años
Y los jóvenes de
antaño
Serán grandes
señores
Damas brillantes,
honores
Que alcanzaron los
escaños.
Y cuando me expreso
así
La nostalgia me ha
ganado
No lo digo con
enfado
Sino mirando el
futuro
Atravesando este
muro
Que me tenía atado.
Les deseo lo mejor
A estudiantes, tres
y cuatro
Como espléndido
teatro
De este lugar del
mundo
Con gran afecto
profundo
PROMOCIÓN 74.
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